viernes. 19.04.2024
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Imagen de la escenificación del pasado año./Foto: Alfonso Benito

El Vía Crucis viviente es una buena razón para acercarse a Araúzo, también se puede disfrutar del espléndido paisaje y del acogedor paisanaje. Cumple su 28º aniversario, el Ministerio de Cultura declaró esta Pasión viviente de Semana Santa como Patrimonio Cultural Inmaterial en el año 2015.

Los abuelos afirman con rotundidad que en la villa de Araúzo de Miel se representa una de las más completas recreaciones de Semana Santa desde “toda la vida”, lo que equivale a querer decir que su recuerdo va unido a los más antiguos sentimientos religiosos transmitidos generación tras generación.


El frío nunca ha sido una razón para su suspensión ni para que otras personas se desplazasen hasta Araúzo, llegando a superarse habitualmente los 1.000 asistentes. Todos los arauceños y visitantes saben que tienen una cita anual.


Los tradicionales y exquisitos dulces de mantecado con forma de “clavos” al finalizar el Vía Crucis permiten degustar la variada pastelería local. La escenificación cuenta con unas 85 personas, todavía quedan numerosos personajes escenificados por la misma persona durante estos 28 años, aunque la lógica renovación que se produce por edad entre los participantes permite nuevas incorporaciones y aseguran la continuidad en años próximos.

La confección, conservación y mantenimiento de las ropas es una tarea que ocupa a las voluntarias modistas, quienes muestran año tras año su destreza con la aguja y la plancha. Directa o indirectamente todo el mundo se implica en alguna tarea y participa según sus habilidades.

Durante estos días se puede ver en la ermita una exposición con parte de la indumentaria que durante años se ha venido utilizando en la localidad de Araúzo durante este tiempo de fervor y pasión.


Pero la Semana Santa también se escenificó de manera más sencilla el Domingo de Ramos, donde 12 jóvenes apóstoles portaron las palmas acompañando en la procesión al “Mesías”. Los mismos apóstoles participan en los oficios del Jueves Santo. Llegado el Domingo de Pascua de Resurrección también participan recitando sus poesías durante la Procesión de “El Encuentro entre la Virgen y su hijo”. Unas típicas y exquisitas rosquillas se comparten entre todos los asistentes una vez finalizada la Santa Misa.


También es una buena ocasión para visitar la extraordinaria iglesia de Santa Eulalia de Mérida y la exposición temporal de ropas litúrgicas y fotografías de la ermita de La Soledad.

PROGRAMA
18:00 h. Oficios en la iglesia de Santa Eulalia de Mérida.
19:00 h. Procesión a golpe de la tradicional matraca y los tambores hasta la ermita de La Soledad.
19:30 h. Al pie del monte El Calvario comienza la escenificación.

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El Vía Crucis de Araúzo y un lustro de Patrimonio