viernes. 29.03.2024

La leña vuelve a estar de moda, por Daniel Martín

La leña vuelve del pasado con la tecnología del presente y del futuro.

Los fabricantes punteros como el austriaco Windhager, desarrollan calderas domésticas de gasificación para aprovechar una forma exquisita de quemar leña con unos rendimientos
altísimos.

Nada que ver con lo que hemos venido usando toda la vida. De un Kg de leña hoy, las mejores calderas aprovechan hasta el 94% del calor. Por eso la leña ha llegado a ser en algunas zonas la forma más inteligente y económica de calentarse.

¿En qué consiste éste tipo de combustión eficiente?

 La gasificación es una combustión forzada mediante un ventilador extractor con una cantidad de oxígeno muy reducida y variable mediante un kit electrónico que mide los valores en plena
combustión con la Sonda Lambda.

Según se va quemando la leña se  aporta más o menos aire. La llama resultante del gas, es forzada
hacia abajo obligada a pasar por un quemador refractario, que ayuda a que la llama alcance hasta 1000º.

Al encender, según van subiendo los grados empieza la descomposición química de la
madera y a los 600º comienza la magia, donde el proceso químico alcanza el nivel óptimo. Desde ahí en adelante la leña es incinerada de forma que no produce creosota (pasta negra aceitosa) y tiene un nivel muy bajo de partículas.

Una vez la madera se ha descompuesto y convertido en gases, queda una cama
de brasas y el proceso continúa con una reducción que deja apenas carbones. La leña debe estar bien seca, con un 20% máximo de humedad, para que el proceso de secado que se produce en la
cámara sea efectivo.

Si hay más humedad, la combustión cede muchos grados al evaporar el agua y no se consigue la pirólisis que descompone la madera, por lo que los gases se convierten en sólidos formando la creosota.

Estas calderas disponen de grandes cámaras de carga, para una gasificación prolongada que es donde
más rendimiento se consigue. Para ello se apoyan en depósitos de inercia que reciben todo el calor sobrante, ya que una vivienda normal no puede asimilar tanta energía.

De éste modo se consigue que la caldera pueda gasificar de 60 a 80 kg de leña sin que se
 moleste al proceso de combustión, que puede durar hasta 12 horas. Tendremos más horas de confort guardadas en los depósitos de inercia, lo que suele darnos una autonomía media de unas 24
horas de calefacción.

Son calderas de acero de alta calidad de 6-8 mm de espesor, que soportan una alta corrosión y además tienen partes de acero inox. Hay modelos muy famosos como la LogWIN Premium, única caldera en el mundo con el cuerpo interior fabricado enteramente en inox de 4 mm, que puede durar hasta 50 años gasificando.

Estas calderas son fáciles de instalar ya que vale cualquier instalación de radiadores o suelo radiante y, aunque son profundas para poder meter leños de hasta 50 cm, son estrechas, por lo que caben en casi todos los cuartos de calderas.

Debido al precio extremo del Gasoil, del Propano y las últimas subidas del pellet que han metido miedo a la gente, el número de ventas de calderas de leña aumenta en toda España a un ritmo muy fuerte, sobre todo en País Vasco que es el precurso de lo que suele ocurrir después en todo el país.

La empresa Ecocalderas de Muriel Viejo, tiene más de 100 calderas
funcionando en el País Vasco y en la Sierra de Madrid, por apenas unas 15 en Soria. Pinares tiene mucha madera y empresas con experiencia en la extracción, por lo que se convierte en un
lugar especial donde aprovechar la madera es sencillo, aunque quizás la gasificación no está tan extendida. 

La leña vuelve a estar de moda, por Daniel Martín