viernes. 29.03.2024

Plan de recuperación del estado ecológico de La Laguna Negra de Urbión, por Tamara Santiago

El crecimiento del fitoplancton, con intensas coloraciones verdes que  indicadores de degradación, y los escenarios de cambio climático hacen necesario adoptar medidas correctoras y de protección, que serán abordadas dentro del Plan de Recuperación del Estado Ecológico de la Laguna Negra.

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La Laguna Negra, es una laguna de montaña originada por erosión glaciar de tipo circo, con escasa fluctuación del nivel del agua a lo largo del año. Posee una superficie de 3,24 hectáreas, un volumen de 161 decámetros cúbicos y una profundidad máxima de ocho metros. Su característica principal habitual es la transparencia de sus aguas, singularidad que motivó su nombre de Laguna Negra.

El área en el que se ubica pertenece al Parque Natural de Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión (Ley 1/2010), cuyo objetivo prioritario es conservar, proteger y mejorar sus valores naturales, flora, fauna, modelado geomorfológico y paisaje, preservando su biodiversidad y manteniendo u optimizando la dinámica y estructura de sus ecosistemas.

En 2016 se detectó un episodio de intenso crecimiento algal, con fuerte coloración verde del agua, que llevó a la puesta en marcha de una investigación para esclarecer sus causas y disponer de datos sobre el proceso de eutrofización. Sin embargo, el muestreo no se pudo realizar hasta pasado el episodio, en época invernal, a pesar de lo cual se constató la existencia de indicios de un proceso de eutrofización, con indicadores de biomasa algal en niveles de eutrofia y de nutrientes en niveles de eutrofia moderada (Junta de Castilla y León, 2016). En 2017 se repitió la situación, y se planteó la redacción del ‘Estudio de la eutrofización de la Laguna Negra (Soria) y propuesta de medidas correctoras’, adjudicado a la empresa Ecohydros S.L,  para hacer un seguimiento de la situación durante el año 2018 y establecer una base a partir de la cual proponer medidas correctoras.

Durante este periodo se han abordado muestreos limnológicos (se han realizado siete campañas, entre los meses de agosto de 2017 y septiembre de 2018, que han incluido muestreo físico-químico in situ y toma de muestras), análisis hidroquímicos, análisis de fitoplancton, evaluación cuantitativa de las poblaciones de peces, levantamiento batimétrico (sobre los tipos de fondo, que ha permitido realizar una correcta cubicación de la Laguna y de los diferentes hábitats bentónicos) y simulación biogeoquímica de la laguna y puesta a prueba de hipótesis sobre su respuesta a diversos cambios externos.

Las conclusiones obtenidas del estudio indican que existen indicios de que la Laguna Negra pueda estar sufriendo un cambio de estado trófico, a raíz de los episodios de crecimiento de fitoplancton observados en los años 2016 y 2017. Durante el periodo en el que se han realizado los muestreos no se ha reproducido la proliferación de fitoplancton que causó la coloración verde tan llamativa y preocupante de 2016. De hecho, el estado trófico según los datos recabados en los controles realizados en este estudio es de Oligotrofia según los nutrientes y Mesotrofia según los indicadores de biomasa algal.

A raíz de las observaciones y simulaciones realizadas en este trabajo, es altamente probable que esos episodios de crecimientos desproporcionados del fitoplancton no sean eventos aislados, sino más bien un indicador de cambio en el estado trófico y ecológico de la Laguna Negra, que es necesario vigilar y combatir.

Aunque no existe información previa sobre los macrófitos de la Laguna, aparte de algunas citas muy esporádicas, la presencia de cangrejo señal es un reconocido factor de presión directa sobre los macrófitos y además contribuye también al enturbiamiento del agua por remoción del sedimento (bioturbación de fondos y orillas por su conocida actividad excavadora, de gran intensidad). Ambos factores hacen que haya más nutrientes en la columna de agua, disponibles para el crecimiento del fitoplancton. Cuando este crecimiento es desmesurado se producen esas intensas coloraciones verdes, que son preocupantes no solamente por su impacto visual, sino porque su frecuencia e intensidad son auténticos indicadores de degradación.

Los escenarios de cambio climático van todos en la línea de agravar el problema, estimulando la eutrofización y el tránsito de la fase clara a la turbia en la Laguna, por lo que resulta necesario adoptar medidas correctoras y de protección, que serán abordadas dentro del Plan de Recuperación del Estado Ecológico de la Laguna Negra, que se diseñará una vez finalizado el estudio.

Este plan contempla una serie de medidas como: implementar dispositivos de monitorización continuada que permitan avanzar en el seguimiento y predicción de los cambios del ecosistema y de las acciones correctoras que se ejecuten, así como en el conocimiento de las relaciones causales; control de peces y cangrejo señal para moderar su efecto sobre los macrófitos y macroinvertebrados, que tiene interés conservar o recuperar desde el punto de vista de la funcionalidad ecológica o proteger las formaciones de macrófitos existentes y facilitar la recuperación de su distribución potencial. El establecimiento de macrófitos depende de la disponibilidad de un sustrato adecuado, de las condiciones de la columna de agua (disponibilidad de nutrientes y luz) y de la ausencia de una presión excesiva de depredación, como la que ejerce el cangrejo.

Tamara Santiago Castillo es investigadora de la empresa Ecohydros, S.L., ubicada en Malaño (Cantabria) y forma parte del equipo que está realizando el Estudio Ecológico sobre La Laguna Negra de Urbión.

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