viernes. 29.03.2024

La bola del turismo en Pinares

Hay ocasiones en que, como cuando éramos pequeños, se nos hace una bola en la boca que nos impide ingerir el alimento. 

 

En el turismo, su proyección, recursos e instalaciones, los temas se enroscan como si quisieran esconderse, alejarse del resto de lo humano y tangible, pasar desapercibidos y elevarse a la manera de una transfiguración espiritual.
La falta de acceso a parajes de interés durante las fechas de invierno y/o primavera está siendo material para una tesis. Quienes vienen a visitar la comarca, con sus pueblos y entornos, topan con la incertidumbre de saber si pueden, o no, llegar hasta enclaves que, por sí solos, son capaces de atraer a los turistas durante todo el año.
Hemos tenido un invierno benévolo, que ha permitido el acceso a buena parte de estos parajes de interés. La escasez de nevadas durante los meses de diciembre  y enero ha actuado de benefactor para la llegada del visitante a su destino. El tema se ha complicado cuando las precipitaciones níveas han asomado la patita, a veces simpática y otras enfurecida, y se han hecho notar en carreteras, vías y pistas forestales.
En las Lagunas de Neila, el acceso vuelve a resultar infranqueable, y eso que hay unas magníficas instalaciones, como son las del Refugio, construido para dar cobijo a turistas que quieren vivir la experiencia de pasar una estancia en uno de los lugares más sublimes de la geografía nacional. En La Laguna Negra de Urbión, la limpieza de la pista se limita a puentes festivos o Semana Santa, algo insuficiente para la demanda existente en acceso a este emblemático circo glaciar.
Al impedimento en el acceso hay que añadir el cierre de los centros de interpretación, un claro ejemplo de que nos interesa abrir la zona al visitante cuando nos viene bien a  nosotros.
Al  cierre y accesibilidad, se ha sumado estas últimas semanas un debate que ha llegado incluso a las Cortes de Castilla y León: la señalización. Mientras el PSOE consideraba fundamental mejorar la indicación a la Laguna Negra de Urbión, el grupo popular hacía suya la reclamación y pedía que se extendiera a parajes, enclaves y demás atractivos para el turismo. Eso significa que algo se va moviendo, de nuevo, como si de una bola se tratara, hasta que vuelva a ponerse a rodar y acabe, como siempre, dando vueltas.

La bola del turismo en Pinares