La Junta declara las danzas del paloteo de San Leonardo de Yagüe como fiesta de interés turístico regional
Castilla y León incorpora a partir de diez nuevas Fiestas de Interés Turístico autonómico, entre ellas las danzas del paloteo en San Leonardo de Yagüe, un anuncio que se realiza este viernes 14 de noviembre en la Ferina Internacional del Turismo de Interior (INTUR) en el recinto ferial de Valladolid, y que ha sido publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad (BOCyL).
El pleno de la corporación municipal de San Leonardo de Yagüe solicitaba el pasado mes de septiembre, y por unanimidad, la declaración de interés turístico regional para las Danzas del Paloteo, que todos los años se escenifican por las fiestas de Las Candelas y San Blas.
En la provincia de Soria, también se ha declarado como Fiesta de Interés el traslado del Arca entre Almarza y San Andrés, rito que se revive cada 6 de enero.
El listado autonómico se completa con los Carnavales de Piedralaves (Ávila), una cita de raíces ancestrales marcada por máscaras, comparsas y personajes tradicionales de la Sierra de Gredos; y con tres nuevas distinciones en la provincia de Valladolid: el Día de Roma de Becilla de Valderaduey, que revive el legado romano en Tierra de Campos; la Fiesta de la Salchicha de Zaratán, centrada en la tradición charcutera local; y la Trovada de Habaneras de Mayorga, encuentro musical que mantiene viva la esencia de este género.
En León, el Festival del Botillo de la Villa de Fabero, homenaje al embutido más emblemático de la comarca de El Bierzo, que cada año reúne degustaciones, concursos y actividades culturales en torno a este producto convertido en símbolo gastronómico y atractivo turístico; y la Feria del Pimiento Morrón de Fresno de la Vega,
Segovia se incorpora con la Procesión del Santo Entierro o Procesión del Silencio del Real Sitio de San Ildefonso, uno de los actos centrales de la Semana Santa local, reconocido por su solemnidad y valor histórico.
Zamora suma a su catálogo la festividad de los Cencerrones de Abejera, en Riofrío de Aliste, un ritual invernal marcado por personajes enmascarados y cencerros que hunden sus raíces en creencias de fertilidad y protección.