Las reservas en hostales y casas rurales de la comarca están siendo altas

Turnos de desayuno en el Hostal San Martín. Foto: Eric Ribas

Podría tratarse de un buen verano para este tipo de negocios al aumentar el turismo rural y de naturaleza

 

Cuando se levantó el Estado de Alarma y con él el permiso de movilidad, los hostales y casas rurales de la comarca optaron por volver a abrir sus puertas al público. Negocios que viven del turismo y que con esas restricciones era totalmente inviable su apertura; aunque algunos hoteles y hostales que cuentan con bar sí que decidieron abrir esta parte del negocio cuando se lo permitieron.

A día de hoy los hosteleros confían en que podrán tener un buen verano, al menos en el plazo corto, y es que las reservas realizadas durante junio han sido muy altas y parece que la gente se está animando mucho a visitar zonas rurales en las que buscan más la tranquilidad y la naturaleza; sobre todo en el caso de gente de Madrid que buscan salir de la ciudad.

Además, Eric Ribas, gerente del Hostal San Martín en Molinos de Duero confirma esta tendencia y que la gente está pidiendo estancias más largas que abarcan más días que el fin de semana. “Hemos reducido los espacios de las distintas áreas del establecimiento, en el comedor hemos pasado de 65 comensales a unos 35-40 y así poder mantener los dos metros de distancia, al igual que las mesas de la terraza” comenta Ribas.

Y es que la actual situación ha hecho que tengan que cambiar la forma de trabajar, los desayunos que antes se daban tipo buffet ahora han pasado a ser a un servicio personalizado y con dos turnos para que así no coincida mucha gente. “Es un servicio más lento pero más seguro, así los clientes notan una mejora y pueden estar más tranquilos” afirma el gerente del Hostal.

Desde este tipo de establecimientos confían en poder tener un buen verano, aunque no esperan llegar a los niveles del año pasado, si creen poder acercarse al ver que la gente está buscando este tipo de turismo rural más tranquilo. “Las previsiones son buenas, pero con precaución porque no se puede mirar más allá de un mes ya que no se sabe qué es lo que va a pasar” comenta Eric Ribas.

También coinciden los hosteleros en que han sido muy golpeados durante estos meses que no han podido trabajar, ya que normalmente son negocios familiares que viven mes a mes y durante dos meses han estado totalmente paralizados. Por eso esperan que ahora la gente se anime a este tipo de turismo; “durante las fiestas de Molinos generaba mucha actividad, este año no tendremos ese volumen durante esas fechas pero espero que salga por otro lado” afirma Ribas.

Además de las medidas de seguridad en cuanto a distancias de mesas también se han puesto paneles informativos, información en cada una de las habitaciones, una limpieza más exhaustiva, los espacios comunes se han reducido o está destinado a personas que convivan en el mismo entorno... son algunas de las nuevas medidas de seguridad que el cliente se va a encontrar en este tipo de establecimientos y que así tanto el cliente como el propio personal se encuentren en un entorno seguro.