Los servicios de Playa Pita se incorporan semanas después del arranque de la temporada estival

Instalaciones del bar-restaurante en Playa Pita.
El adjudicatario del bar tiene previsto abrir las instalaciones, sin el restaurante, durante el fin de semana.

Los servicios abiertos al turismo en Playa Pita llegan este verano con más retraso. Durante todo el mes de junio, y en esta primera semana de julio, ha permanecido cerrado el bar-restaurante y los servicios anexos en el complejo, uno de los más frecuentados del verano en la comarca pinariega.

La presidenta de la Mancomunidad de los 150 Pueblos,una de las entidades copropietarios del enclave, Mercedes González, justifica el retraso en la entrega del acta, realizada el 1 de julio, ya “coleteaban algunos temas del anterior adjudicatario”.

Ha sido este retraso en la reapertura de las instalaciones,- que en otras ocasiones coincidía con el mes de junio-, lo que ha motivado las quejas de muchos de quienes quisieron mitigar parte de la ola de calor del arranque del verano junto al embalse de La Cuerda del Pozo.

“Llevamos años viniendo siempre que podemos aquí, y esto cada vez está más abandonado”, comenta una mujer que permanece sola con su nieta en la franja de arena próxima a la zona de baño. Añadiendo que “es que no se puede ni entrar al servicio”.

Es lunes 4 de julio, y sólo están ellas dos en el complejo. El espacio de madera que sirve de bar y restaurante está cerrado. No se ha vuelto a abrir desde el pasado verano.Según cruzamos la pista pasa la furgoneta de un comerciante de la zona. “Tuvieron que descerrajar la puerta de los servicios”, algo que no confirman desde la propiedad.

El cierre ha afectado también a los servicios disponibles para los bañistas.

ADJUDICADO EN PRIMAVERA

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Soria adjudicaba el 11 de marzo el contrato de concesión del uso privativo de los bienes e instalaciones del Bar-Restaurante “Playa Pita” e instalaciones anejas, situadas en el paraje del Monte Pinar Grande Nº 172 C.U.P., perteneciente a la Mancomunidad de los 150 Pueblos y el Ayuntamiento de Soria.

La Comisión Permanente de la Mancomunidad rubricaba días después la propuesta de  adjudicación en favor de Andrés Escribano Hidalgo en el precio de 15.000,00€ más el 21 % de IVA.

En el contrato, se especificada la necesidad de ejecutar las actuaciones: Instalación y mantenimiento de elementos infantiles en el área dedicada a parque Infantil por valor de 1.000,00 €.  También se incluía la renovación de cámaras frigoríficas en la cocina y barra del Bar Restaurante, y en el Kiosco de madera del bar por otras de mayor eficiencia energética, y retirada al vertedero de las antiguas, así como mantenimiento y gestión del kiosco de madera destinado a biblioteca por un valor de 1.000,00 €.

Entre las mejoras a realizar estaba la Instalación de un asador en la barra del bar por valor de 2.000,00€, así como la ampliación de la terraza del Kiosco mediante colocación de tarima por detrás por un valor de 20.500,00 €. También se especificaba la  renovación del cañizo de la pérgola exterior por valor de 4.500,00€.

A pesar de esas exigencias en el contrato, Andrés  no ha recibido el acta para la apertura de las instalaciones hasta el 1 de julio, coincidiendo con la jornada festiva en Soria de ‘Viernes de toros’. “Como este año se ha retrasado la apertura, lo irá haciendo poco a poco”, comenta la presidenta de la Mancomunidad, quien habla de un plazo de un año para poder acometer las mejoras especificadas en el contrato de adjudicación.

Las visitas se han reducido en este tiempo al paraje.

DIEZ AÑOS SIN SOCORRISTA

Ha pasado ya una década sin el servicio de socorrismo y salvamento en la Playa Pita, a pesar de ser la zona apta para el baño más concurrida de las cuatro que están autorizadas en la provincia de Soria, entre ellas Playa Gamella en Herreros y la base náutica El Calar en Vinuesa.  “No es obligatorio tener socorrista en este paraje”, explica Mercedes González. “No se ha vuelto a retomar el tema”, comenta la representante de la Mancomunidad, quien rechaza el argumento de que no haya estimado por el alto coste económico.

En ese año 2013, y cuando se supo de la supresión del servicio de socorrista,  alcaldes de pueblos de Pinares reivindicaban la presencia de una persona para vigilancia y atención en posibles problemas en la zona de baño. Fue en 1978 cuando comenzó a prestarse el servicio durante los fines de semana de los meses de julio y agosto. Pensaban los ediles que no sólo la falta de socorrista iba a afectar negativamente a la llegada de gente al complejo, sino que derivaría en una menor demanda de los establecimientos de hostelería.