Más de la mitad de la comunidad española ya está familiarizada con las criptomonedas
El precio del bitcoin rebasó los 110.000 de dólares y las tertulias de sobremesa se llenaron de términos como “wallet”, “hash” o “gas fees”. España ya venía por encima por su curiosidad cripto, pero aquel hito aceleró todo. Hoy, ocho de cada diez adultos dicen saber qué es una criptomoneda, y casi uno de cada diez posee alguna, el doble que en 2022.
Del boca-oído al mainstream: La familiaridad cripto en España
A menudo se atribuye la difusión de nuevas tecnologías a Silicon Valley, pero en España el impulso partió de la calle. El primer cajero de bitcoin se instaló en el centro comercial Diagonal Mar (Barcelona) durante el Mobile World Congress de 2014, en dos semanas movió 20.000 euros y apareció en todos los informativos.
Aquella anécdota abrió informativos y sembró la semilla de un fenómeno que hoy impregna bares, foros y grupos de WhatsApp. Según la encuesta Coinbase & Qualtrics, el 80% de los consumidores españoles reconoce “estar familiarizado” con criptoactivos, superando a los 66% de Reino Unido y a los 60% de Alemania.
El Banco Central Europeo calcula que un 9% de los residentes españoles poseían criptomonedas a finales de 2024, frente al 4% de 2022. Además, dedicamos una media de 3,7 meses a formarnos antes de la primera compra, casi el doble del promedio europeo de 2,2 meses.
La prudencia formativa explica por qué, pese a la volatilidad, la mayoría de los recién llegados mantiene posiciones pequeñas y bien diversificadas. Y porque las criptos no están limitadas a la inversión. Muchas tiendas, empresas de servicios y sitios en general ofrecen monedas digitales como método de pago.
Los casinos de criptomonedas ofrecen depósitos instantáneos en BTC, ETH o USDT y se promocionan boca-a-boca en redes. Más que depósitos y retiros seguros, cuentan con una biblioteca de juego extensa y algunos hasta están adaptados para jugar desde el móvil. En otras palabras, la curiosidad técnica se convierte en hábito de consumo.
De la tele al sandbox regulatorio: Uso cotidiano, regulación y futuro del ecosistema
La generalización del vocabulario cripto no es fruto exclusivo del mercado. Las campañas formativas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), reforzadas este año para adaptarse al Reglamento MiCA, han llevado miniguías a institutos y plataformas de streaming.
Al mismo tiempo, los “sandboxes” impulsados por el Ministerio de Economía desde 2021 permiten a ‘fintechs’ probar casos de uso de blockchain sin la rigidez normativa tradicional. En conjunto, estos factores explican el salto de las criptomonedas desde la jerga de nicho al imaginario popular.
La aprobación del Reglamento europeo MiCA, plenamente aplicable desde el 30 de diciembre de 2024, ha despejado las dudas jurídicas que frenaban a la banca tradicional. La CNMV ya ofrece un portal divulgativo donde resume las obligaciones para emisores, exchanges y custodios.
Subraya, además, que las licencias nacionales serán “pasaportes” válidos en toda la UE. Apenas algunos meses después, BBVA recibió la primera autorización MiCA en España y anunció el lanzamiento veraniego de un servicio minorista de compraventa y custodia de Bitcoin y Ether dentro de su ‘app’ de banca móvil, con un piloto cerrado a 5.000 clientes.
Esto no es aislado, ya que en Suiza, laboratorio cripto del grupo, el banco ya recomienda a sus patrimonios una exposición del 3%-7% a criptoactivos para mejorar la rentabilidad-riesgo de la cartera. Telefónica entró en este mercado y presentó en octubre de 2024 “TU Wallet”.
La aplicación desarrollada con el ‘exchange’ alicantino Bit2Me permite comprar, enviar y pagar con criptoactivos populares, además de asociar una tarjeta Mastercard sin fricción para comercios físicos y online. El paso de la teleco, accionista minoritaria de Bit2Me, normaliza los pagos digitales entre millones de usuarios.
Y se suma a la adopción de plugins cripto en plataformas de comercio electrónico españolas. Pero los casos de uso no se ciñen al pago. El año pasado PassEntry, ‘startup’ madrileña especializada en pases digitales basados en NFT, cerró una ronda de 6,3 millones para integrar su tecnología con TPV y monederos móviles.
La firma prevé triplicar clientes este 2025 y ya trabaja con organizadores de festivales que buscan entradas infalsificables y trazables. Además, el congreso NFT Show Europe, celebrado en Valencia, ha establecido el turismo tecnológico de fin de semana.
La actividad empresarial se extiende más allá del ocio. Una de cada diez compañías españolas declara utilizar tecnología blockchain en sus procesos. El 10% de las empresas españolas utilizan blockchain demuestra que la descentralización ya no es terreno exclusivo de las ‘fintech’.
Sin embargo, este tejido productivo demanda talento. La Universitat Politècnica de València, por ejemplo, abrió un máster propio en Blockchain e innovación digital, y los bootcamps de programación añaden módulos de tokenomics para cubrir la brecha formativa.