Los hermanos Cabrerizo Martín, Emilio y Luis, son un referente actual en el deporte de la Pelota a Mano en la zona de Pinares

Pedro Fernández

Con una gran cantidad de éxitos deportivos particulares, son, además, una parte importante en la creación y ascenso del Club de Pelota Urbión

Los hermanos Cabrerizo Martín, (Emilio y Luis), naturales de Duruelo de la Sierra, son unos de los impulsores del Club de Pelota Urbión, que esta temporada consiguió el ascenso a la máxima categoría, la División de Honor, y además es un referente de pelota mano en Castilla y León por el nivel y la cantidad de pequeños que mueve.

La relación de la Pelota a Mano y la saga de los hermanos Cabrerizo Martín, empezó cuando sus padres se fueron a vivir a Palencia. Primero fue Emilio, el mayor de los hermanos, quien empezó a ir al frontón con su padre, no había mucha afición por entonces. Entre los trece y catorce años, Emilio conoce a dos personas que habían jugado a la pelota a mano, pero ya no estaban en activo, Cano (vizcaino) y Tejedor (soriano), entró en el club de pelota en Palencia y con su ayuda mejoró bastante. Entre medias pasaron unos años de cierto parón competitivo, y jugaba más cuando iba en vacaciones y verano a Duruelo. El salto de calidad lo dio cuando va a estudiar a Salamanca y empieza a jugar en División de Honor, le gustaba mucho la mano individual. Jugó contra los mejores pelotaris aficionados del momento, que más tarde pasarían a ser profesionales, como Bengoechea, Olaizola, Matute, Patxi Rúiz, Martinez de Irujo, etc. Finalmente, hace seis años, decidió jugar en su zona, en pinares y en su pueblo, Duruelo. Así comenzó la escuela de pelota y el Club de Pelota Urbión entre pelotaris de Duruelo y Covaleda. 

En cuanto a su palmarés individual, es extenso, y siempre representando a la Federación de Pelota de Castilla y León (menos en un periodo de desavenencias). Campeón de C y L en mano individual y parejas varias veces, (los dos últimos años seguidos), subcampeón de la Copa del Rey individual perdiendo contra Irigoyen, semifinalista del campeonato de España en mano individual en División de Honor y campeón de España de Clubs en Primera División.

Luis, el pequeño de los hermanos, empezó a jugar más tarde a la pelota, primero estuvo jugando al fútbol. Comenzó a ir a jugar al frontón en Palencia con su hermano Emilio. Se le daba bien y cuando inició sus estudios en Burgos, ya destacaba y ya empezó a entrenar en Vitoria, a donde se fue a estudiar al año siguiente y firmó un contrato con la empresa de pelota ASPE. Ya prácticamente profesionalizado, hacía entrenamientos en Eibar y Pamplona junto a pelotaris de la talla de Capellán, Titín, Berna, etc.

Su palmarés es envidiable, ganador de muchos torneos aficionados en el País Vasco, campeón en el torneo Biharko Izarrak es el más importante para jóvenes, en el que vas cambiando de compañero y quedó campeón junto con Miguel Merino. Subcampeón de España juvenil en parejas, Campeón de España juvenil en mano individual Campeón del Mundo Sub 22, dos veces campeón y tres veces subcampeón de la Copa del Rey, Campeón y Subcampeón de España en mano individual en División de Honor, Campeón de España de Federaciones. Debutó en Duruelo, formando pareja con Laskurain contra Azpezetxea y Martínez de Ulate (campeón de parejas en primera).

Emilio destaca, “cada vez es más difícil que salgan jugadores de nuestra zona que puedan competir con navarros, riojanos y guipuzcoanos, no solo de nuestra zona, sino de cualquier otra parte, ya que cada vez las diferencias son más grandes en todos los niveles. En nuestra zona, siempre ha habido pelotaris de gran nivel, y quitando las provincias citadas, y teniendo en cuenta el resto de España, nuestra zona es la que siempre ha presentado los jugadores con más nivel y mayor número de aficionados a la pelota a mano”. Pero hay dos problemas, el primero es que los pueblos de pinares son cada vez más pequeños en cuanto habitantes, cada vez hay menos niños/as que puedan jugar a pelota u otros deportes, en segundo lugar, cada vez hay más deportes y para poder jugar a la pelota de competición en la zona, hay que estar viajando cada semana”.

Durante el confinamiento se dan dos situaciones contradictorias para los pelotaris, el aspecto físico, al no poder salir de casa es difícil mantener un buen nivel físico, “puedes hacer algo en tu casa, pero es complicado, y esto sucede con el resto de deportes”. Pero lo particular de la pelota, es que las manos son sus herramientas de trabajo, “estar mucho tiempo sin entrenar hace que las manos se queden muy blandas y cuesta mucho tiempo conseguir esa dureza que te permita competir. En verano hay muchos torneos, y si las manos no están preparadas, al final tienes que parar porque el dolor no te permite seguir compitiendo”, destaca Emilio.

Cómo el resto de deportes, la competición del Campeonato de España de División de Honor de Pelota, se suspendió a causa de la situación tan particular y perjudicial para la vida que estamos viviendo, “cuando paró la competición no estábamos salvados matemáticamente, pero estamos en una buena situación, ya que solo queda una jornada, hay dos equipos por debajo de nuestro club, que deberían ganar todos sus partidos de la última jornada (se enfrentan contra los equipos de arriba), y nosotros no ganar ningún partido de esa última jornada” nos aclara Emilio.

Para finalizar esta conversación con los hermanos Cabrerizo Martín, Emilio nos cuenta “que es una suerte tener un club de pelota que no sea de la zona de Navarra, La Rioja o el País Vasco. Nuestra zona tiene poca población, y consideramos, qué, aunque el Club de Pelota Urbión juegue en Duruelo y Covaleda, es el club de toda la zona de pinares, ya que, en muy poco tiempo, los aficionados a este deporte, se puede desplazar para ver a los mejores pelotaris que hay en la actualidad, y las instituciones tienen que cuidar estas situaciones, ya que es una publicidad importante para la zona, ya que el club se ha consolidado a nivel de toda España”.