El joven se incorporará el 1 de septiembre y estará durante todo el curso en el centro canadiense

Darío De Miguel logra una beca ‘Amancio Ortega’ para cursar 1º de Bachillerato en Canada

Darío De Miguel.

Natural de Navaleno, y estudiante del IES San Leonardo, el joven de 16 años ve la experiencia formativa, cultural y social como “una oportunidad muy potente”. 


A Darío De Miguel Sanz, un joven de 16 años de Navaleno que cursa 4º de la ESO en el IES San Leonardo, se le ocurrió apuntarse a la convocatoria de una beca de la Fundación Amancio Ortega cuando su profesora de matemáticas “colgó el cartel” para que se pudieran informar e  inscribirse los alumnos. Era principios de curso, “me pareció que era buena idea, y me apunté”.
Tras superar las primeras exigencias en cuanto a calificaciones y renta familiar, Darío se presentó en Valladolid a una prueba en la que tuvo que demostrar su capacidad para entender la conversación en inglés, el ‘listening’, lectura, escritura y gramática. “Salí del examen contento, pero no sabía que iba a resultar elegido”, confiesa el jóven a quien su ilusión por la beca, -y lo que implica-, se le nota cuando habla de su próxima estancia en el ‘Otawa Carleton District School Board’, durante diez meses desde el 1 de septiembre.
Tras el examen de Valladolid, llegó la prueba oral, -por skype-, una exposición para la que contó con la colaboración de su profesora de inglés, y que, al superarla, le daba ya opción a formar parte de ese grupo de 250 estudiantes españoles elegidos que van a disfrutar de esta experiencia en Canadá.
CONVIVENCIA EN UNA FAMILIA. El programa de Becas de la Fundación Amancio Ortega tiene el objetivo de facilitar el aprendizaje del inglés y la inmersión en la cultura extranjera a jóvenes de centros educativos españoles durante un año académico. Los alumnos seleccionados conviven con una familia de acogida y cursan Grado 11, con nivel equivalente a 1º de Bachillerato. La beca cubre la totalidad del coste económico del curso escolar en Canadá o Estados Unidos: viaje, tasa de escolarización, convalidación de estudios, alojamiento y manutención en una familia de acogida, seguro médico y de accidentes, y el apoyo continuado durante los diez meses de estancia.
A Darío le gusta la idea de poder conocer nueva gente en Ottawa. Allí va a convivir con una familia, de la que no tendrá datos concretos hasta el verano, semanas antes de su partida. Debe de escribir una carta de presentación, que él ya está preparando. Animado por la ‘aventura educativa canadiense’ ha quedado impresionado por la cantidad de materias optativas en el curso, - cocina y yoga entre otras-, “y yo quiero hacer las que aquí no las vaya a poder realizar”. 
El director del IES San Leonardo le ha informado de la estructuración en semestres del curso canadiense, y no en trimestres como aquí. Es consciente de que en los diez meses no va a poder regresar a su casa, ni sus familiares van a poder ir a verle. Sabe que forma parte de su compromiso. “La gente me dice que si me atreveré”, comenta muy seguro de poder hacerlo. En este tiempo, y desde que le concedieron la beca, “me ha sorprendido que me  estén felicitando tanto”. El reto se va a convertir en “una oportunidad muy potente que yo tengo que aprovechar”.