Homenaje a la Radio: lo más parecido a la vida, por José Antonio Perdiguero

JOSE ANTONIO PERDIGUERO

Me emociona la radio porque, entre otras cosas, convierte las palabras en imágenes. Y las mejores imágenes son las que cada uno se imagina.

Me volví a emocionar el viernes 24 de abril cuando estaba escuchando a Herrera en COPE y hubo una conexión en directo con otro comunicador de la “competencia” en ese espacio, Carlos Alsina, quien entró en el programa con la idea de que los oyentes de uno escucharan lo que hacía el otro y compartieran una anécdota radiofónica para todos.

El locutor del espacio de Onda Cero estaba realizando un programa en el que hacía un homenaje a la radio y conectaba en directo con los programas más potentes del resto de las cadenas de radio españolas: además de COPE, también se “coló” en RNE y en el Hoy por hoy de la SER, en un momento como este en el que el medio está proporcionando a la población la información y el entretenimiento oportuno para que este maldito confinamiento se haga lo más llevadero posible (y creo que está saliendo triunfadora). Cuando acabó la intervención me cambié inmediatamente de dial. Pude escuchar, entonces, como las estrellas de la comunicación de ayer y de hoy aparecían en “Más de uno” contando sus vivencias en la radio al creador de esta peculiar idea.

Y no faltó nadie. Todos encantados, unidos y agradecidos glosaron las bondades de la radio. Las conclusiones fueron varias pero me quedo con dos: Una, la radio es el medio que se parece más a la vida porque te puede hacer pasar de la alegría a la tristeza en segundos con el verbo adecuado. Dos, la radio es emoción y sentimiento. Como le decía una oyente invidente fan de Jaime Cantizano: “Yo en la radio te veo y en la TV te escucho”.

La radio ha salvado vidas y con la radio “uno se siente a salvo”. Nada acompaña tanto como la radio, nada cura mejor la soledad insoportable como esas voces que amamos en el dial. Y ahora que Alsina pedía a todos esos monstruos de la comunicación de las ondas, a los que he escuchado desde siempre, expresar sus mejores momentos en la radio he vuelto a recordar momentos que han sido importantes en mi vida. Como decía mi admirado Paco Marqués, ex director creativo de COPE, “recordar es volver a vivir aunque cualquier tiempo pasado no fue mejor. Es mentira. Se mejora y se gana cada día pero respetando los recuerdos”. Esos recuerdos que, muchas veces, no son cuestión de memoria, sino de sentimiento.

Eso me pasó el viernes cuando escuché a Juan Luis Cano, de Goma espuma, a Paco González, a José Ramón Pardo, a Francino, a García, a Herrera,  a Barceló, a Javi Nieves, a Pepe Domingo Castaños, a De la Morena o a Luis del Olmo, quien cerró el espacio con un concluyente: “Yo he dejado la radio pero la radio no me ha dejado a mí”. Histórico y emocionante que tras esa voraz competencia entre las diferentes empresas de comunicación todos los más influyentes comunicadores de cada una hayan hecho un paréntesis para participar conjuntamente en este tributo radiofónico. A muchos nos puso los pelos de punta. Será difícil volver a verlo. No me cansaré de repetir que no hay nada más emocionante que la radio. Un medio de comunicación que va cumplir 100 años en esta década y sigue fresca como el primer día. Porque la radio sigue prácticamente igual. Nunca habrá imprescindibles aunque haya locutores que nos dejen huella. La gente de la radio eso lo tenemos claro. Como claro tenemos también que el patrón de la radio, sigo citando a Marqués, “nunca será nadie en concreto salvo una santa que se celebra cada final de mes: santa Nómina bendita”. Santa que nos llega gracias a la publicidad pero esa es otra faceta que da para otra reflexión

De momento, me quedo con otra frase mítica de mi admirado salmantino: “Si alguna vez la radio no me dejó dormir, al menos, me hizo soñar”. Se te echa de menos Paco

 

P.D. Si les gusta la radio déjenme recomendarles un libro que narra la historia de la radio a través de las vivencias de un niño castellano, hijo de ferroviario, Paco Marqués. “La radio que nos parió”. Delicioso. Ya me dirán.