En Duruelo de la Sierra se ha revivido la fiesta de Santa Marina, consolidando una de las tradiciones más arraigada, como es la Ronda que recorre las calles de la población, pasadas las dos y media de la tarde del 18 de julio.
Con calor, y una gran participación, mayorales y motriles volvieron a afanarse para vigilar al grupo, y evitar que los más osados salieran y entraran a la Ronda,con varas y cintos. La tarea no fue fácil, y Juan, uno de los mayorales, rompió dos varas ante la intensidad de los golpes.
Ajenos a la disputa juvenil, los integrantes de la Ronda, con guitarras y bandurrias, volvieron a entonar las tradicionales canciones, con voz firme y ruta aprendida.