Los vecinos no entienden la tardanza en la resolución del caso, ahora en manos del Juzgado de Salas

Aparecen nuevas pruebas para demostrar la presencia de un sospechoso en el incendio del bar de Quintanar de la Sierra

Unos vecinos contemplan el estado del bar restaurante tras el fuego.

Desde la investigación, se cree que se está 'estrechando el cerco' contra esa persona vecina de la población, de unos 50 años de edad, en el siniestro ocurrido en abril de 2015. El informe ha determinado que el fuego resultó ser intencionado.

El causante del incendio que asoló el edificio del bar restaurante de Quintanar de la Sierra está todavía sin esclarecer. Sin embargo, nuevos datos aportados en la causa que sigue el Juzgado de Salas, situarían a un vecino de Quintanar, de unos 50 años de edad, en el lugar de los hechos en la fatídica noche del 25 de abril de 2015.

El resultado de la primera y minuciosa inspección ocular practicada en el lugar por el Laboratorio de Criminalística de la Comandancia arrojó indicios “suficientes y determinantes”, que hacían pesar en que el fuego pudiera haber sido intencionado. Se recabaron vestigios para su análisis y se verificó la colocación de “acelerantes” para garantizar la acción del fuego.

 

Llamó la atención de los investigadores la particular posición en que apareció el mobiliario del interior del local, aparentemente apilado de manera premedita. Se llevaron a cabo numerosas entrevistas que aportaron información relevante para elaborar y reforzar la hipótesis de que el incendio fue provocado.

 

Lejos de abandonar la investigación ésta se ha visto impulsada, en las últimas semanas, con la llegada de nuevos informes que han permitido vincular al sospechoso, que ya venía siendo investigado desde el inicio, con los hechos, en tiempo y lugar. Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción de Salas de los Infantes.

 

 

 

Eran las cinco de la madrugada del sábado 25 de abril de 2015 cuando se recibía una llamada de alerta en el 112. Seis operarios acudían a sofocar el incendio del que todo indicaba que era intencionado ya que según las primeras informaciones "la forma de arder indicaba que había gasolina en el lugar, y además, lo más sorprendente, es que había numerosas teas clavadas con puntas en las vigas del edificio y en el interior. El posilbe autor o autores se dejaban unos guantes sobre una mesa.

Entre los vecinos de Quintanar no se explican cómo se está tardando tanto en resolver un caso para el que, al parecer, existen pruebas evidentes, tras constatar que el fuego que convirtió en ruinas el edificio, era intencionado.