“Todo hubiera sido más fácil si hubiese estado el nuevo edificio”

Estado actual del nuevo edificio del instituto de Salas. Fotografía: Beatriz Montero

La vuelta al instituto de Salas ha estado marcada por las transformaciones de las distintas aulas para cumplir con las medidas de seguridad

La vuelta al instituto IES Alfoz de Lara de Salas de los Infantes ha comenzado sin ningún incidente; aunque su director del colegio, Víctor Mondéjar, recuerda que hubiese sido todo mucho más fácil si las obras del nuevo edificio contiguo hubiesen estado terminadas. “Siendo optimistas podrían estar en noviembre, aunque siendo realistas será en diciembre” comenta Mondéjar.

Transformación de las aulas

Y es que esta vuelta ha estado marcada por las transformaciones que se han tenido que realizar en las aulas para mantener así la distancia de seguridad, así como crear tres salas de profesores debido a que la que tenían con anterioridad apenas era una sala de 20-25 metros cuadrados y no podían entrar los 29 profesores que imparten clase en el instituto.

Muchos de los profesores trabajaban con anterioridad en la biblioteca, pero al estar cerrada actualmente han tenido que destinar esos nuevos espacios para que los profesores puedan trabajar manteniendo la distancia de seguridad. El bar también ha tenido que ser clausurado por motivos de seguridad.

La falta de espacio ya era un problema anterior a esta crisis sanitaria, prueba de ello es la necesidad de este nuevo edificio que se está terminando de construir contiguo al instituto. Es por ello que el director recuerda que “si hubiéramos tenido que dividir las aulas en más grupos no habríamos tenido espacio suficiente”.

Turnos de recreo

También se ha modificado la hora de salida a los recreos dividiéndolo en dos turnos; el primero de ellos está formado por los alumnos de 1º, 2º y 3º de la ESO y el segundo turno es el formado por 4º de la ESO, 1º y 2º de bachillerato. 

Además de estos turnos también se ha dividido el patio por sectores para que no se junten las distintas clases y así cada zona del patio está destinada a una clase distinta.

Cada curso también cuenta con unos accesos específicos asignados para evitar así cruces de unos con otros y aglomeraciones de alumnos.

Su director recuerda que el momento del recreo es el más delicado y es que dentro de las aulas el protocolo de mascarilla y desinfección de manos es muy estricto y está muy controlado, pero en el descanso mientras aprovechan para comer el bocadillo algunos son más recelosos a la hora de volver a usar la mascarilla. Al igual que ocurre en la salida del instituto cuando ya ha terminado la jornada escolar y se encuentran en el exterior del instituto.

Tranquilidad

Entre los alumnos y los padres hay mucha tranquilidad debido a que actualmente no existen brotes en la zona y está todo “bastante controlado” afirma algún padre. 

Y es que ahora que han terminado las vacaciones de verano y los pueblos vuelven a quedarse más vacíos, no hay tanto movimiento de personas que vienen de las ciudades y este hecho hace que los padres se encuentren más tranquilos.

“Ahora hemos quedado los de siempre, claro que puede aparecer algún caso pero siempre hay menos probabilidad que en verano que Salas estaba lleno de gente de todos los sitios” comenta el padre de un alumno.