sábado. 27.04.2024
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RFEA

Escuchar a Marta Pérez después de su verano mágico no tiene precio. Desprende una alegría pura, contagiosa, en una borrachera verborreica propia de quien vive en un estado de felicidad. Se le caen los titulares entre carcajadas y habla continuamente de disfrutar. ¿Cómo no va a disfrutar alguien que ha corrido la final olímpica de 1500, que ha sido cuarta en la finalísima de la Diamond League –en un templo como el Letziground de Zúrich– y que ha rozado un récord de España que hasta este mes de agosto parecía inalcanzable?, se preguntaría cualquiera. “Sé que es más fácil decirlo cuando salen los resultados, pero en este caso creo que más que consecuencia, también es causa”, explica la soriana al teléfono, y no cuesta imaginarla estirando la sonrisa mientras añade: “Estaba disfrutando tanto de los Juegos, de este verano… Que eso hizo que los encarase de otra manera”.


¿De qué manera? Con menos presión, obviamente: “Es verdad que salvo a mi primer campeonato, el Europeo de Ámsterdam 2016, en ninguno he ido a ver qué pasa. Siempre los he planteado con un objetivo claro, pero esta vez tenía la suerte… Bueno, no sé si suerte, de llegar a la línea de salida sin esa presión encima. Quiero decir, no se esperaba que yo estuviese en la final, y eso hace que afrontes la competición de forma diferente”.


Marta Pérez también llegó a Tokio con más confianza que en ocasiones anteriores, como el Mundial de Doha 2019: “En Tokio estaba muy tranquila y también muy convencida de que estaba entrenando bien. Llevaba desde 2018 sin ir a Sierra Nevada, y subí en primavera porque quería volver a intentar la altitud, y me salió bien. En 2019 sufrí mucho y tuve un año malísimo, creo que he aprendido mucho de eso. En mi relación con Antonio (Serrano, su entrenador), con la gente del grupo, ha habido muchas cosas positivas; y he tenido un verano muy bueno porque no he sufrido ningún contratiempo, he acumulado entrenamientos y esa es una clave para mí. Yo no soy tan buena, lo que necesito es entrenar mucho tiempo bien”.

Recapitulemos, pues. Hasta este verano, Marta Pérez había disputado dos Mundiales (Londres 2017 y Doha 2019) y dos Europeos (Ámsterdam 2016 y Berlín 2018) al aire libre, y su mejor resultado internacional era un noveno puesto en este último, al margen del cuarto en el Euroindoor de Torun el pasado marzo. Llevaba sin hacer marca personal en 1500 desde 2018. En poco más de un mes, del 2 de agosto al 9 de septiembre de 2021, la soriana consiguió meterse por puestos en la final olímpica más cara de la historia de su prueba, rebajó en más de cuatro segundos su mejor registro hasta convertirse en la segunda española de siempre con 4:00.12 y acabó cuarta en tres mítines de la Diamond League, incluida la gran final.


A una semana de Tokio no lo habría imaginado”, confiesa la mediofondista soriana, aunque es verdad que se notaba más en forma que nunca entrenando. “Más rápida que nunca, seguro. Jamás en mi vida había hecho tantos 400 por debajo de un minuto, era como una barrera, y eso también me ha dado confianza para competir”, expone. “Antes a lo mejor pensaba que para pasar a semis tenía que salir tirando, y este año en muchas carreras no he tirado y he cambiado en la última vuelta”.


Marta Pérez se veía corriendo los 1500 metros en 4:02 o 4:03, conque fue la primera sorprendida cuando al cruzar la meta del Estadio Olímpico de Tokio el cronómetro dictaminó 4:00.12. “No me imaginaba haciendo 4:00 porque pensaba que necesitaba hacer otras cosas, como entrenar las series de 1000 en 2:30, que yo no he hecho. Pensaba que 4:00 era algo que todavía no estaba a mi alcance”, admite.


Esta marca personal le ha abierto los ojos a la pupila de Antonio Serrano. “Ahora sé que no es un registro imposible. Que antes tampoco lo era porque muchísimas atletas a mi alrededor lo hacían, pero yo la tenía asociada a gente que en España ha tenido un palmarés internacional buenísimo. Los 3:59 de Natalia (Rodríguez) me parecían superlejos con su palmarés”, revela. Sin embargo, que se haya quedado a escasas centésimas de su récord de España (3:59.51) no significa que Marta se equipare a la catalana: “No creo que esté en el nivel de Natalia porque ella lleva detrás su palmarés internacional. Al final, Natalia, Nuria (Fernández) y Mayte (Martínez) son atletas que hemos visto en podios. Yo veo que me he acercado a su marca y ha sido una sorpresa porque para mí esa marca va ligada a una atleta que de muchísimo nivel, que siempre ha sido mi referente. Igual por eso le doy tanto valor”.

Nuevas exigencias, “bendita presión”

Aunque Marta Pérez sostenga que el noveno puesto en Tokio y los 4:00.12 no le van a cambiar la vida, tiene claro que a partir de ahora las exigencias van a ser muy superiores: “Soy consciente de que nunca más me voy a poder plantar en una línea de salida como me planté en la final de los Juegos. Lo que pasa es que yo siempre digo que bendita presión. La gente dice: ‘Laura Muir, qué presión, puede luchar por una medalla en los Juegos’. Ya. Ojalá esté yo en esa situación, ojalá tenga el nivel para estar ahí. No quiero ponerle una connotación negativa a esto”.

Además, la soriana le da la vuelta al razonamiento: “Si desde fuera se me pone esa presión es porque sigo en este nivel de forma. Si antes de París 2024 corriese en 4:10 nadie me va a exigir por mucho que previamente haya corrido en 4:00. Si la presión está ahí entonces es que sigo manteniéndome en un nivel por el que se pueda esperar eso de mí, y si se puede esperar eso de mí es porque probablemente lo pueda hacer. Ojalá llegue al Mundial de Eugene el año que viene y esté convencida de que voy a pasar a la final”.

Por otra parte, el éxito olímpico le ha abierto a Marta Pérez la puerta de la Diamond League, y ella la ha derribado sin titubear. Fue cuarta en Lausana, Bruselas y Zúrich. “Antes de los Juegos solo había corrido un par, me había costado muchísimo entrar, y después estuve en tres en un mes. Me da una idea de que se me vienen muchas oportunidades porque mi nivel es mayor y tengo la capacidad de entrar en esas carreras”, explica. “Estar en mítines internacionales es para mí lo más importante porque te da la posibilidad de competir a ese nivel y de hacer marcas que si no son muy difíciles. Yo este año había hecho 4:06 antes de Tokio no porque valiera eso, sino porque corría carreras para ello. Entonces llega Tokio y sin querer te sale 4:04. En Lausana, en una carrera mala, con viento, hice 4:03. Para intentar bajar de cuatro minutos necesitas estas oportunidades. Espero no equivocarme y que sea lo que me espera el año que viene”, señala.

Porque es que Marta Pérez adora medirse a las mejores milleras del planeta. “Hacer 4:00 en la final de Tokio me ha dado la oportunidad de estar en la final de la Diamond, que hace tres meses no sabía ni cómo funcionaba, que pensaba que invitaban a la gente. Para mí la Diamond League ha sido un regalo por poder seguir disfrutando de un estado de forma muy bueno y de ser competitiva en carreras internacionales, que a mí me encanta competir. Me daba mucha pena no hacer 3:59, pero había quedado cuarta, había competido bien, cambiado…”.

Pero no solo disfrutó la competición, sino todo lo que le rodea: “El poder estar en ese circuito, en los hoteles, en los estadios con público, que los tres (Zúrich, Bruselas y Lausana) han estado llenos. Ver que nuestro deporte mueve a la gente a comprar entradas, hacer cola. Eso es agradable. Disfrutas de todo esto, y además de otra manera, porque antes de los Juegos todo giraba en torno a entrenar, te confinas, etc. Ahora me he ido a entrenar a Soria tranquila, he dejado de doblar. Entrenas, te vas al río con tus amigas… Lo disfrutas de otra manera. Me preguntaban si no quería irme de vacaciones. Pues no, esto para mí es un regalo. Ya me iré de vacaciones cuando acabe. Ahora quería alargar porque me encontraba bien”.

Otra de las cosas que ha aprendido Marta Pérez en su circuito posolímpico es que, salvo las tres grandes (Kipyegon, Muir y Hassan, “y alguna otra que nos habremos dejado”), puede ganar a cualquiera. “Me he sentido competitiva en la Diamond porque he visto que a veces ganas tú y a veces la de al lado, y eso quiere decir que el nivel es similar”, relata. La horquilla entre 3:58 y 4:01 es amplia, “y además la que hace 3:59 no lo hace todos los días. Si corres por debajo de 4:02 puedes estar ahí”.

De cara a 2022, Marta Pérez tiene su primer objetivo en el Mundial de pista cubierta, que se celebrará en Belgrado del 18 al 20 de marzo. Para la temporada estival, la soriana buscará llegar en forma tanto al Mundial de Eugene (15-24 de julio) como al Europeo de Múnich (15-21 de agosto). “Este año para mí ha sido un buen indicativo de que he estado un mes en forma, corriendo en 4:01. Al final siempre decides cuándo hacer el pico de forma, pero ese pico no dura una semana. Me gustaría llegar bien a los dos campeonatos, porque aunque está claro que el Europeo es importante para nosotros quiero estar en la final del Mundial. Si llegas en forma y estás motivado, vas a aguantar”, sentencia.

Amplia entrevista de la Real Federación Española de Atletismo a la atleta soriana Marta...