Mis hijos Israel y Vanesa son el gran motor de mi vida y la verdadera razón que me empuja a seguir luchando por mis sueños
Para alcanzar tus sueños que se esconden en las estrellas que iluminan el firmamento debes tener el valor de mirar siempre hacia arriba sonriéndole al sol cuando es de día y a luna cuando llega el anochecer. Sin determinación, lucha, esfuerzo, constancia, entrega e ilusión jamás alcanzarás a lograr tus sueños y por lo tanto jamás llegarás a ser verdaderamente libre y feliz. Israel Camarero Olalla, natural de Salas de los Infantes, siempre tuvo un gran sueño, llegar a ser igual o mejor tratante de ganado que lo fue su padre ya fallecido Bonifacio Camarero Camarero, siempre conocido al igual que su hijo con el apodo de "Boni". Bonifacio y María del Olvido Olalla tuvieron siete hijos. El mayor Boni se mató cuando apenas tenía 25 años. Después llegaron Isa, Consuelo, Marian, Margarita, José Mari e Israel, que el más pequeño de todos. Las ganas de emprender y de superarse siempre han formado parte del ADN de Israel.
"Siempre me ha gustado trabajar y superarme en la vida. Durante mucho tiempo trabajé como tratante y también tuve que desempeñarme como vendedor, comercial y repartidor. El gran proyecto de mi vida, Conboni Alimentación S.L. nace en 2008 y lo hace gracias a la enorme experiencia que ya tenía acumulada en el sector que me había permitido ganar clientes fieles e importantes que ya había conseguido hacer gracias a la fantástica trayectoria profesional que tuvo mi padre. Tenía todo a mi favor. El negocio ya era mío, conocía el sector, tenía mucha experiencia y además era un trabajo que siempre me haba apasionado. Entre 2008 y 2017 trabajé con el ovino e hice lo ya hacía mi padre que era comprar en vivo y vender fundamentalmente a carniceros.
En 2013 comencé con la exportación para llevar carne a Francia, Grecia e Italia. Al ser exportación en canales fui entrando en el mercado de exportación en vivo porque el sector lo fue demandando. Ese cambio me llevó a montar un centro de concentración en Alfaro donde estuve desde e año 2014 hasta 2017. Comprábamos para llevar a Francia y Grecia. En 2018 cambiamos las cosas y empecé a observar que todo lo que tenía que ver con el ganado ovino se complicaba debido a las normativas, a que había mucho menos ganado y demasiada competencia", matiza Israel.
Conboni Alimentación en la actualidad es una referencia en España dentro de su sector. Su gama de productos es amplia y sus clientes pertenecen a la hostelería, al gremio de los carniceros y también a multitud de particulares que apuestan por sus productos, que pueden encontrar también en internet. "Empezamos a vender en Internet con la pandemia. Aunque tiene costes logísticos, tiene la gran ventaja de que no necesitas tanta mano de obra. Es bastante cómodo porque nos permite ir preparando los lotes e irlos enviando tranquilamente. Eso me permite no tener que contar con una persona física todo el día. Nosotros trabajamos sobre todo la vaca vieja y vendemos el entrecot, el solomillo. el chuletón y también hacemos filetes. Uno de nuestros productos estrella es la cecina de picaña, aunque también elaboramos chorizo de vaca. Aun así, nuestra especialidad es el chuletón y sobre todo en la maduración del mismo. Actualmente tenemos dos cámaras de maduración en Salas y otra sala de despiece en Valladolid. En una de ellas maduramos carne hasta los 45 días y en la otra cámara tenemos chuleteros con una maduración que llega incluso al año", explica "Boni".
Conboni Alimentación tiene prácticamente clientes en toda España. Aun así, uno de los lugares en los que más está presente, además de Burgos, es Castellón. "Allí tengo un comercial y trabajamos mucho con el sector restauración. También trabajo mucho con vendedores de Málaga y de otros lugares de la península. De la comarca de Pinares, sin duda destacaría como uno de nuestros grandes clientes la Cueva de Ra, un magnífico restaurante situado en la preciosa localidad de Castrillo de la Reina".
Los grandes emprendedores son aquellos que gobiernan el barco con mano firme no sólo cuando el viento sopla a favor sino también cuando arrecian las grandes tormentas. Israel Camarero Olalla está orgulloso de ser uno de los grandes emprendedores de Salas de los Infantes y de la comarca de Pìnares. Sin embargo, no todo han sido días felices desde que fundó la empresa. "En general no podemos quejarnos, pero si hemos tenido que vadear un gran problema y es que ni en Salas ni en toda la comarca hay vivienda disponible, lo que me ha terminado obligando a coger una sala de despiece en Valladolid donde hemos terminado llevando toda la producción", comenta Israel.
Internet es ya un aliado para este emprendedor que no deja de usar nuevas redes para que su producto sea conocido en todos los rincones de España. "Con Instagram y Tik Tok estamos teniendo bastante éxito, esa es la verdad. Nosotros importamos la mayor parte de la carne de centro Europa y trabajamos la raza Frisona, la Simental y la Angus. Son razas lecheras donde los animales desde que nacen reciben una gran alimentación para producir más lo que luego repercute lógicamente en la altísima calidad de su carne. Son razas que al final no necesitan de una gran maduración de su carne porque ya es excepciona de por si. Por eso yo no soy muy partidario de una gran maduración. Entre 25 y 45 días puede ser más que suficiente. Eso sí, las cámaras de control de humedad y de frío o calor tienen que estar muy bien preparadas".
"Además de la carne, otro de nuestros grandes productos estrella son las hamburguesas. Una de las que más se vende, sin duda alguna, es la de chuletón con cecina. Tienen un sabor espectacular y sobre todo muy original. También he vendido durante muchos años hamburguesas de morcilla con pimientos y vaca y de vaca con Bacon y queso. Novedades más que interesantes porque me apasiona comer y más si se trata de este producto. Puedo decir con orgullo que soy el Homer Simpson de las hamburguesas y estoy orgulloso de ello. Tal es nuestra pasión que compramos una Foodtruck hace ahora dos años que estamos remodelando para darle caña en 2026".
Además de su empresa, que es sin duda su gran sueño hecho realidad, el gran motor de su vida son sus hijos Israel y Vanesa. "Son los que me empujan para seguir adelante. Si no estuvieran ellos probablemente hubiera abandonado. No es nada sencillo ser empresario hoy en día en este país".
Además de su oficio, que es su vida, Israel es un gran apasionado del motor. Reconoce que le gustan más las motos que los coches pero. como el dice, ya tiene una edad. Compró un bólido fantástico para meterse en el mundillo del DRIFF. El motor lo lleva en la sangre y por eso quiere que sus hijos también disfruten de una de sus grandes aficiones. Viaja siempre que puede y combina esa pasión con el trabajo. En Mayo quiere volar a Argentina y ampliar mercados. Sus restaurantes favoritos son la Cabaña Real de Carreteros de Casarejos y la Fonda Asador Caracoles en Lerma. Israel no para. Sigue soñando, sigue creciendo y sobre todo sigue buscando su propio camino en la vida, que no es otro que el de ser feliz haciendo lo que más le gusta del mundo. Un oficio ancestral que aprendió del que fue uno de los mejores tratantes de la Sierra de la Demanda y la comarca de Pinares.
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