Castillos de la comarca de Pinares: proyectos, desuso y abandono

Castillo de Castrovido. Fotografía: Beatriz Montero
Algunos de los diferentes castillos que están distribuidos por la comarca de Pinares realizan a lo largo del año diferentes actividades

SAN LEONARDO

Se quiere convertir en una realidad la rehabilitación del castillo de San Leonardo; el Ayuntamiento quiere participar en las ayudas del Gobierno dentro de la financiación del 1% cultural para así conseguir una subvención.

Para conocer los orígenes del castillo de San Leonardo hay que remontarse al siglo XVI siendo una obra de Bartolomé Carlon. 

Juan Manrique de Lara lo mandó construir con licencia del Rey Felipe II. No se trata de un castillo más si no que está considerado el primer castillo señorial de España de estilo abaluartado, un tipo de estilo que era muy utilizado en Italia desde hacía mucho tiempo.

Situado en la cima del pueblo a 1081 metros de altitud, de planta cuadrada con patio interior y dos plantas, con cuatro dependencias en sus esquinas con el interior también cuadrado, pero que los exteriores no son paralelos a los interiores, sino que forman un tronco de pirámide. Gracias a esta forma irregular de sus baluartes ningún ángulo quedaba fuera del tiro de artillería. 

Este castillo también incorpora nuevos elementos de defensa que servían ante el aumento de las armas de fuego.

Durante más de dos siglos ha servido de cantera, por ello las piedras y cornisas de este castillo de pueden ver en numerosas casas del pueblo de San Leonardo. 

Actualmente se encuentra incluido dentro de la Lista Roja del Patrimonio de la Asociación Hispania Nostra. Se trata de una lista que recoge aquellos elementos del Patrimonio Cultural Español que se encuentran sometidos en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, con el objeto de darlos a conocer y lograr así su consolidación o restauración.

Los amantes de este tipo de turismo pueden visitar los restos que se encuentran ubicados en la cima que domina la localidad de San Leonardo donde a modo de entrada aún resiste el Arco.

A mediados del Siglo XIX aún era posible distinguir algunas de las dependencias como podían ser las cocinas, los oratorios o los cuarteles. Una situación que lamentablemente se ha ido perdiendo y ahora se encuentra en una fase de deterioro muy preocupante y que desde el Ayuntamiento de San Leonardo quieren cambiar.

Lamentablemente en la actualidad se encuentra en ruinas y no se puede realizar ningún tipo de acto a lo largo del año; “se necesita una reforma potente y una inversión bastante grande” afirma la alcaldesa de San Leonardo, Belinda Peñalba.

Y es que para poder realizar cualquier tipo de intervención es necesario rehabilitarlo o acondicionarlo, es por ello que desde el Ayuntamiento quieren solicitar una subvención para poder convertirlo en una realidad. “Queremos participar en las ayudas del Gobierno dentro de la financiación del 1% cultural; queremos actualizar el Plan Director y de cara al año que viene intentar pedir alguna de las subvenciones y que ojalá nos la concedan” comenta Peñalba.

En el año 1982 se realizó una pequeña y discreta restauración en la que se obtuvieron algunas piezas de cerámica que se encuentran expuestas en una vitrina del Museo Numantino de Soria.

Aunque se desconoce el número de visitas exactas que se acercan a verlo se trata de una de las cosas que más se recomienda ver a los turistas cuando se acercan a preguntar a la oficina de turismo.

 

UCERO

Tras su restauración en 2016 se puede visitar el castillo de Ucero; próximo al Cañón de Río Lobos sus visitantes se pueden imaginar cómo era en su época y recomiendan las vistas desde este lugar.

La historia del castillo de Ucero hay que remontarse al año 1157 donde data la primera connotación histórica, aunque hay datos que indican que este castillo ya existía en el siglo XIII.

Se encuentra próximo al Parque Natural del Cañón de Río Lobos junto al actual municipio de Ucero. Todos los amantes de la arquitectura y la historia pueden visitar este yacimiento arqueológico de singular atractivo donde se pueden apreciar los restos de varias épocas, desde la Edad del Hierro hasta la Edad Media con 2,3 hectáreas de superficie.

Juan González de Ucero fue su primer señor en el año 1212 que obtuvo ese nombramiento tras participar en la batalla de las Navas de Tolosa junto al Rey Alfonso VII.

Este castillo pasó a manos de los sucesivos obispos de Osma como mansión y hasta cárcel para clérigos. En el siglo XVI fue reconstruido por orden del obispo Pedro de Montoya.

Todo el recinto amurallado comprendía la fortaleza, la iglesia y la villa; aunque se la iglesia hoy en día tan sólo queda las ruinas. 

Hoy en día es posible visitar este castillo gracias a la restauración que se hizo entre los años 2014 y 2016 con una inversión de 466.457,67 euros. Esta intervención fue promovida desde el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) y concluyó en enero de 2016 tras un trabajo de 15 meses.

La prioridad de esta intervención fue la de consolidar los muros de la torre del homenaje, de la barbacana y de la fortaleza. También aportó las soluciones técnicas para la consolidación estructural del conjunto y las restauraciones imprescindibles para frenar su deterioro y evitar así la pérdida de su integridad.

El acondicionamiento de una pasarela para su acceso al interior por donde antiguamente entraban por medio de un puente levadizo y también se recuperó el recorrido histórico original dentro del recinto.

Desde las alturas se puede ver la entrada al Parque Natural del Cañón de Río Lobos.

La parte mejor conservada es la torre del homenaje que aún cuenta con numerosos detalles arquitectónicos tanto en el interior como en el exterior donde se pueden apreciar varias gárgolas. Se puede acceder a su interior para observar su bóveda ojival policromada donde también existen numerosos elementos ornamentales; en su clave también aparece representada una figura de una oveja o un cordero.

También existe un pasadizo subterráneo que se trataba de una mina por la que se podía descender hasta un pozo junto al río Ucero y que servía para abastecer de agua en caso de asedio.

Muchos de sus visitantes recomiendan acercarse a conocerlo porque aunque se encuentre en ruinas sí que se puede imaginar gracias a la cartelería como era en su época. Además, la mayoría hacen mucho hincapié en las maravillosas vistas que se pueden ver desde lo alto de todo el entorno natural. Muchos quedan impresionados por la altura de sus muros.

 

CABREJAS DEL PINAR

El castillo de Cabrejas ha sido escenario de una boda y un concierto; con escaleras y una senda preparada cuenta con un fácil acceso donde los visitantes pueden ver las ruinas tanto del castillo como las murallas.

Más en ruinas se puede visitar también en la comarca el castillo de Cabrejas del Pinar el cual fue construido en el siglo XIV, situado en el extremo del cerro amurallado que encerraba la villa y separado por una barrera a modo de alcázar. Apenas quedan restos de este conjunto arquitectónico, sobre todo en su parte oriental, esto es debido en gran parte a la mala calidad de la mampostería empleada. 

En el año 2018 concluyeron las obras de consolidación y restauración de la atalaya musulmana del siglo X, situada en el extremo oriental del cerro del castillo. Con una inversión de 48.000 euros se centraron en la restauración de las fábricas y el drenaje de las aguas pluviales.

Una actuación con la que la Junta de Castilla y León pretendió recuperar y consolidar así este Bien de Interés Cultural que forma parte del sistema territorial defensivo de la comarca.

Anteriormente también se reconstruyó el torreón grande principal y todo el mundo que lo visita puede ver las ruinas no sólo del castillo si no también los restos de algunas murallas con las que el pueblo estaba rodeado recuerda su alcalde, Fidel Soria.

Se cree que el estilo de acceso de este castillo es muy similar al de Ucero. Y contaba con una Atalaya que era utilizada para vigilar al enemigo, aunque no se encuentra situada en lo más alto, el motivo era que se quería poder divisar otra atalaya que existía en Abejar.

Se conserva la Torre del Homenaje rectangular, de cuatro alturas, separada por un muro y un foso del resto del castillo, accediendose a ella por puente levadizo, hoy perdido. El recinto externo, de forma alargada, conserva la puerta, dentro de una torre, con matacán interno.

Los muros de la torre del homenaje, de planta rectangular, aunque está muy arruinada aún se alzan sus muros unos 15 metros de altura.

Además, “el acceso está muy bien, se hizo en su día unas escaleras y una senda muy bien hecha y por la parte de atrás se puede acceder prácticamente con el coche” comenta Soria.

Este castillo de Cabrejas ha sido escenario de la celebración de una boda en un entorno único hace unos años y también ha contado con la actuación de un grupo musical tradicional celebrado por la noche.

Unas actividades celebradas en un entorno único y que han sido grabadas en fotografías que pasarán a la historia por celebrarse en un entorno único y especial y es que no todo el mundo puede decir que se ha casado en un castillo.

“Desde el Ayuntamiento lo intentamos mantener lo más limpio posible y segar la hierba para que todo el mundo pueda acercarse a visitarlo y así lo vean limpio” También quieren darle una vuelta y que en un futuro se puedan realizar más actividades en este entorno.

Una manera de poder atraer más turismo al pueblo y a la zona para que así puedan recorrer los distintos pueblos de la zona y conocer su historia además de visitar el Parque Natural del Cañón del Río Lobos.

 

CASTROVIDO

Desde su restauración, en el castillo de Castrovido se realizan varias actividades; los visitantes pueden acceder al interior y subir a ver las vistas pidiendo las llaves en el propio bar del pueblo de Castrovido.

A 1.081 metros de altitud se encuentra ubicada una torre defensiva más conocida como el castillo de Castrovido. Construida en el siglo IX y usada, al menos, hasta el siglo XIV; durante la primera década del siglo XXI fue restaurado para así poder darle un uso lúdico-cultural y de divulgación de la historia de la comarca.

Esta restauración se realizó con hormigón, vidrio y acero y su objeto fue el de crear una estructura que ofreciese una idea de cómo pudo ser el edificio original, así como un cierre que permite el uso del espacio interior y la recuperación de la puerta de acceso original.

Se trata de un torreón cuadrangular asentado sobre un afloramiento rocoso de areniscas y con un espacio interno que mide 10,95 por 8,45. Constaba de un sótano, tres plantas y la terraza del adarve bordeada de almenas.

Para visitar el interior del castillo y subir a ver las vistas se puede solicitar la llave en el propio bar del pueblo de Castrovido, algo que algunos turistas aún desconocen “de haberlo sabido sí que nos hubiera gustado verlo también por dentro, es un sitio espectacular y está muy bien conservado” comentaban unos turistas mientras almorzaban a los pies del castillo.

Gracias a esta restauración los visitantes que acceden al interior pueden observar desde lo más alto del castillo las vistas panorámicas a 360º y disfrutar de su tranquilidad en un ambiente solitario y único en el que muchos se sienten “dueños del castillo”

La Asociación Amigos del Castillo de Castrovido organiza diferentes actividades a lo largo del año que tiene como principal protagonista a este castillo. 

Cada Navidad los vecinos se unen para subir al castillo al colocar el belén de la Cruz Roja. También se ha convertido en un habitual la Subida la Castillo de Castrovido que este año hubiese sido la edición número XI. Durante el mes de agosto y en modalidad de senderismo y carrera son numerosos los aficionados que se apuntan a esta carrera de 8 kilómetros y que finaliza con una gran parrillada popular. Los organizadores esperan que en 2021 se pueda desarrollar con normalidad.

También es un habitual de cada año el concurso fotográfico en el que no sólo se centran en el propio castillo si no que también existen premios que se engloban dentro de la comarca.

Los conciertos en el propio castillo han sido otras de las actividades que organiza esta asociación a lo largo del año y en el que todos los asistentes quedan impresionados por la calidad musical en un lugar tan especial.

Además, los amantes del descenso en bicicleta de montaña conocida como la modalidad DH, desde hace unos años pueden practicar este deporte en un enclave único.

Señalizado correctamente y acondicionado con los distintos elementos quieren recordar que esta senda está dedicada a este tipo de deporte y no es adecuada para el senderismo, ya que existe una ruta específica para ello y que no conlleva ningún riesgo.