Memoria Emparedada. El ensañamiento en los maestros durante la represión en la Guerra Civil (1)

La Escuela de la República.
Primero de los reportajes sobre la represión de los maestros serranos durante la Guerra Civil, un trabajo de documentación e investigación realizado por Jesús Cámara Olalla.

La represión estatal durante la Guerra Civil (1936-39) puso especial cuidado en la “limpieza” de la escuela. Había que borrar las huellas de la democracia republicana y su laicismo. El colectivo serrano de maestros de la provincia de Burgos fue uno de los grupos sociales más severamente represaliados. Se acusó a un gran número de maestros de cumplir en la escuela las directrices emanadas de la anhelada República, como cantar el himno nacional de Riego en la escuela, de no practicar la religión católica o ir en contra de ella y de estar afiliado al sindicato FETE-UGT. ¿Cometieron algún delito? No. Sus ideas chocaban abiertamente con la ideología reaccionaria conservadora de la zona y con iglesia católica.

El correctivo al que fue sometido el magisterio fue algo especialmente riguroso y sistemático. Se inició precozmente y con toda minuciosidad. Los maestros se vieron sometidos a un doble proceso de castigo: sufrieron una represión política como ciudadanos comprometidos con las ideas republicanas y una depuración laboral, que tenía carácter de procedimiento administrativo. 

La primera disposición franquista relacionada con la enseñanza fue la orden del 19 de agosto de 1936. Indicaba que los alcaldes debían informar al rectorado de la Universidad de Valladolid sobre las conductas de los maestros de sus localidades. En base a estos informes de carácter político, profesional, religioso y social se cesó y se separó de la escuela a cinco maestros: Leoncio Hernández García (de Mamolar), Tomasa Medrano Herrero (de Regumiel de la Sierra), Lorenzo Herrera Rueda (de Iglesiapinta), Juan Martínez Marquina (de Torrelara) y Lorenza Zorrilla García (de Tolbaños de Abajo). Para algunos se añadiría el encarcelamiento y el asesinato. Los pocos más de 100 maestros del partido judicial fueron sometidos a un expediente de depuración que derivó en expulsiones del cuerpo o separaciones temporales, cambios de localidad...

 

Nota: Los entrecomillados que aparecen a continuación pertenecen a las declaraciones de los comandantes de los puestos de la guardia civil, alcaldes, curas o personas adictas al régimen golpistas. Se realizaron ante los tribunales militares o en los informes de los expedientes de depuración.

MAESTROS FUSILADOS

Los maestros republicanos eran percibidos por el régimen fascista como sumamente peligrosos porque sembraban las semillas de un país democrático, más justo y más solidario. Tres murieron asesinados en el mes de septiembre de 1936.

Leoncio Hernández García, natural de Tajahuerce (Soria) estaba destinado como interino en Mamolar. Afiliado al sindicato FETE (UGT), estaba comprometido con los izquierdistas según el cura «porque pensaba que por ellos había de obtener la propiedad y algún otro cargo remunerativo lo que no podía obtener de otra forma porque era un pedante».

Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936 realizó una manifestación cívica por el pueblo yendo al frente de los niños dando “vivas y mueras”. Según las nuevas autoridades, en la escuela hablaba de libertad, ideales políticos, amor libre (¿divorcio?), que la tierra sería repartida puesto que era de todos, cantaba la Internacional y proclamaba que gobierno de Azaña era el mejor. No entraba a la iglesia y tenía un hijo sin bautizar. Considerado antirreligioso por cuanto a los niños de edad escolar les proponía que si era antes oír misa o ir a la escuela.

En agosto del 36 se encontraba de vacaciones en Navas del Pinar de donde era su mujer. Detenido el 13 de agosto, fue internado en la Prisión Central de Burgos. Por orden del gobernador fue sacado de la cárcel siendo fusilado sin juicio alguno en ¿Estépar (Burgos)? el 29 de septiembre. En diciembre de 1939 se le inhabilitó a perpetuidad.

 

Boletín Oficial de la Provincia de Burgos

 Juan Martínez Marquina (de 26 años, natural de Melgar de Fernamental (Burgos09 fue maestro interino de Vega de Lara desde 1933 a mayo de 1936 y desde este mes en Torrelara. Su militancia en la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (UGT) le costó la vida.

Para los vecinos de los dos pueblos mostraba una buena conducta en lo público, en lo social y en lo religioso. En este aspecto último se le vio por la iglesia. En política sintonizaba con las izquierdas sin que hiciera propaganda alguna. En cuanto a la enseñanza no se tuvo quejas. Se ausentó en las vacaciones de julio de 1936.

Fue detenido por la guardia civil de Barbadillo del Mercado e ingresó en la prisión Central de Burgos el 22 de agosto. Fue fusilado en la gran saca del 29 de septiembre en ¿Estépar? junto algunos serranos. Su denuncia bien pudo provenir de la zona de Lara. En 1941, ya fusilado, apareció en el Boletín Oficial de la Provincia Burgos su inhabilitación para el desempeño de escuelas por 1 año en base a que la comisión depuradora informó que tuvo una conducta indigna por frecuentar las tabernas, observar mala conducta religiosa y ser socialista.

 

Andrés Cristóbal García ejercía como maestro en Salas de Bureba (Burgos), pueblo mayoritariamente de derechas. En abril de 1936 se había afiliado a la Federación de Trabajadores de la Enseñanza-UGT. Vivía en casa del alcalde impuesto. Este informó en agosto de 1936 que «no cumplía con los deberes religiosos pues no iba a misa los días festivos, siendo sus ideales izquierdistas». El párroco manifestó en su informe por la enseñanza del maestro: «Tan poco satisfecho estaba el pueblo, que los niños hicieron una protesta pública por la enseñanza atea del maestro. [...] No salía de la taberna, le gustaba mucho el juego, llegaba a casa después de las 12 de la noche, y por consiguiente, los niños abandonados. Yo creo que el maestro es maestro en la lumbre y fuera de ella». Y añadía: «Es un pobre desgraciado con manía anticatólica. Leía el Heraldo de Madrid, el periódico de los idiotas ambiciosos. ¡Qué tontos engañados, como el Hijo Pródigo, vuelven a la casa paterna! Franco, padre de los españoles, no permitirá que sus hijos se envenenen».

 

Cargos de la comisión de depuración del magisterio de Burgos contra Andrés Cristóbal García.

Se ausentó de Salas de Bureba hacia el 15 de julio de 1936. Se le supone escondido o refugiado en la casa de su madre en Mambrillas de Lara o en Burgos tras el encarcelamiento de su padre Felipe Cristóbal, maestro de Villadelmiro. Alguno de la zona de Lara tuvo que dar el chivatazo de su estancia o de su llegada a Campolara en tren y de su izquierdismo para ser detenido a finales agosto de 1936. Sufrió por la noche una descomunal paliza en la escuela de Campolara donde se le obligó a cantar el falangista himno del Cara el Sol. Fue fusilado en un paseo y enterrado en el interior o exterior del cementerio de San Millán de Lara.

Ya muerto, en 1937 fue requerido por la comisión de depuración del magisterio a través del Boletín Oficial de la Provincia de Burgos para que se presentase ante ella en el plazo de 10 días. En 1940 se le separó administrativamente definitivamente del magisterio.

MAESTROS ENCARCELADOS

A los maestros republicanos no se les perdonó el tener un pensamiento izquierdista que iba muy en contra del conservadurismo católico de las derechas. Cinco fueron encarcelados.

Primitiva Marcos Martín (de 25 años), maestra interina de la escuela de Hornes (Burgos), fue detenida en agosto de 1936 en su pueblo de Palacios de la Sierra y encarcelada en la prisión Provincial de Santa Águeda el 29 de agosto. En la causa sumarísima de urgencia se la acusa porque «se encontraba afiliada a la Sociedad de Trabajadores de la Enseñanza, afecta a la UGT, asistiendo a los mítines y manifestaciones vestida de una blusa roja y otras veces llevando la bandera la marxista. En la escuela enseñaba a los niños a cantar la Internacional y saludar con el brazo en alto, siendo ello motivo de que los padres retiraran en la escuela a sus hijos. En otras ocasiones, la procesada se reunía con los elementos extremistas del pueblo en la escuela, siendo en todo momento una propagandista del Frente Popular».

En octubre de 1938 un consejo de guerra la condenó a 6 años y 1 día de prisión mayor por un delito de inducción a la rebelión. Fue puesta en libertad atenuada el 29 de julio de 1938 a causa de una afección pulmonar.

El Tribunal de Responsabilidades Políticas de Burgos la incoó expediente en diciembre de 1939. Alegó que perteneció en 1933 a la Federación de Trabajadores de la Enseñanza pues defendía a los maestros de categorías inferiores (interinos), que no fue cierto que en la escuela pasara el tiempo «en hacer levantar el puño ni cantar la internacional» pues sería muy fácil «comprobarlo solo con hacer presentar a los niños los trabajos y los resúmenes de las explicaciones que diariamente se hacían en clase y ver si hay vestigios de dichas propagandas» y que los testigos que declararon en su contra no se presentaron a juicio. Aduce también que delante de ella «no dirían que me vieron en manifestaciones ni mítines porque no es verdad». El tribunal la sancionó con 500 pesetas en 1940 como responsable político a pesar de que declaró que parte de la herencia fue gastada para pagar los gastos de su carrera y que poseía bienes por valor de 68,50 pesetas y ser deudora de 2.000 pesetas por gastos de manutención. A propuesta de la comisión depuradora provincial del magisterio se la inhabilitó para el desempeño de escuela durante 2 años.

Expediente del Tribunal de Responsabilidades Políticas de Primitiva Marcos

Desde marzo de 1946 regentó la escuela unitaria de niñas, la de Moncalvillo. El Gobernador Civil recibió denuncias de este pueblo, posiblemente del cura, por su «conducta en contra del régimen y de la Iglesia». El Delegado de Educación la cesó el 1 de noviembre de 1947. No volvió a ejercer en la enseñanza pública.

Mercedes Chicote Alonso (de 25 años), maestra de párvulos en Roa (Burgos), acusada de izquierdista, fue detenida por orden gubernativa en Palacios de la Sierra a finales de agosto de 1936 y encarcelada. Fue una presa gubernativa y permaneció en la cárcel provincial de Santa Águeda hasta abril de 1938. En la causa militar fue procesada de un delito de excitación a la rebelión.

Cargos de la comisión de depuración del magisterio de Mercedes Chicote Alonso

En el expediente de depuración se la acusó de mediana conducta religiosa porque asistía muy poco a los actos religiosos, simpatizar con las izquierdas y haber censurado las detenciones y destituciones a raíz del golpe militar. «Frecuentaba el trato de otras dos compañeras, en especial, una rabiosamente izquierdista en todos los órdenes, llamada Caridad Peraita, permitiéndose después del movimiento censurar detenciones, etc. No ha hecho propaganda política al menos en público ni ha atacado a la religión».

Se la condenó en mayo de 1939 a un traslado forzoso dentro de la provincia por un año con prohibición de solicitar cargos vacantes durante el periodo de un año e inhabilitación para el ejercicio de cargos directivos y de confianza en instituciones culturales y de enseñanza. Su nuevo destino sería Quintanar de la Sierra.

Caridad Peraita Linares (de 26 años), hija del médico de Palacios de la Sierra, ejercía de maestra en Villamayor de los Montes (Burgos). Fue detenida en Palacios de la Sierra y encarcelada el 12 de agosto de 1936. Permaneció tres años en la cárcel; salió el 1 de agosto de 1939.

La acusaron de estar en buenas relaciones con la comisión gestora del Frente Popular y en malas con las derechas, de no cumplir «con sus deberes religiosos, no aparecer por el templo y de hablar públicamente contra la indisolubilidad del matrimonio, educaba a los alumnos en sentido bolchevique y de haber pervertido a algunos vecinos con sus malas lecturas». Le recriminaron el repartir entre sus alumnos libros y material republicano siendo, como argumentó, el único material que dispuso. Afiliada a la Casa del Pueblo, en su sinceridad, fue de las pocas que reconoció su pertenencia al Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza FETE. En el pliego de descargos se limitó a negar los hechos y no presentó documento alguno de apoyo “de la verdad de sus negativas”.

La Comisión Depuradora la separó definitivamente en el servicio en diciembre de 1940.

Plácido Rojo del Hoyo (soltero de 22 años), natural de Hacinas, acababa de obtener el título de maestro, vivía en Burgos. Estaba afiliado a la FETE-UGT. Fue detenido el 19 de agosto de 1936 No se ha encontrado su documentación. «Con residencia en la calle La Puebla n.º 7 – 2º y maestro de profesión, estuvo preso en el penal una semana, hasta comprobar los servicios de información que no pertenecía a ninguna asociación izquierdista». . Se tienen dudas que estuviera en la cárcel.

Pudo ser conducido al cuartel de Falange -que se hallaba en el colegio de La Merced- o a algún cuartel militar. Ejercería años después como maestro en Araúzo de Miel.

Bernardino González García (de 44 años), natural de Quintanalara (Burgos), ante la ausencia del maestro de Torrelara, Juan Martínez Marquina por fusilamiento, el alcalde le nombró maestro de este pueblo.

Portada del expediente de la causa criminal de Bernardino González García

Ante la orden de la Junta de Defensa Nacional de 25 de septiembre de 1936, en la que se que fijaba la mitad del sueldo para los maestros sustitutos nombrados por los alcaldes ,escribió una carta al coronel Federico Montaner de la Junta de Defensa Nacional, como él, de escuelas en que no se había presentado el titular le «parecía una medida poco equitativa, falta de conveniencia social y de poco prestigio para la Junta». Él, que había sido maestro interino, pasaba a ganar de 3.000 pesetas al año a la mitad. En la misma carta añadía: «También me parece sensible, que entre otros muchos aciertos de la Junta, se haya dado esta nota disonante y que el día de mañana no se pueda decir que la Junta ha sancionado disposición de jornales de hambre para el Magisterio». El coronel le denunció por el contenido de la misma y fue encarcelado en octubre de 1936 en la prisión central de Burgos por el supuesto delito de injurias al Gobierno Nacional.

En la causa criminal que se le incoó declararon favorablemente varias autoridades municipales y religiosas de los pueblos donde había ejercido. Se defendió aduciendo que desde el primer momento se encontró unido al Movimiento y haber actuado como falangista y enfermero en el Seminario de San José convertido en hospital militar. Permaneció en la cárcel 18 días. La causa criminal se sobreseyó. Falleció en 1941.

 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

Causa criminal de Bernardino González García. Archivo Intermedio Militar del Noroeste del Ferrol.

Expediente de depuración de los maestros Gerardo Ayala Peraita, Leoncio Hernández García, Andrés Cristóbal García, Juan Martínez Marquina y Mercedes Chicote Alonso. Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares (Madrid).

Expedientes del Tribunal de Responsabilidades Políticas de Primitiva Marcos Martín. Archivo Histórico Provincial de Burgos.

PALACIOS GONZALO, Antonio. Exterminio y represión en el sur de la provincia de Burgos. Inédito.

CARDERO AZOFRA, Fernando; CARDERO ELSO, Fernando. La Guerra Civil en Burgos: Fusilados, detenidos y represaliados en 1936. Burgos.