Las Fatigas del Querer, desde Pinares al pleno corazón de Madrid con arte y encanto

Una de las tabernas más populares de la capital está dirigida por Santi Pérez, de Regumiel. Un lugar con verdadero encanto y para disfrutar con los cinco sentidos
 

Como si de un reducto pinariego se tratase resurge del corazón de Madrid un lugar lleno de magia que se ha convertido en lugar de peregrinaje para mucha gente de la comarca de Pinares. Uno de esos sitios que cuando uno atraviesa la puerta sabe en cuestión de pocos segundos que está en un lugar con encanto, con personalidad y con arte. Sólo hay que prestarse a escuchar su música de fondo, -por ejemplo con artistas como Concha Buika-, para saber que es un lugar para disfrutarlo con todos los sentidos.

Y es que el bar restaurante madrileño ‘Las Fatigas del querer’ no deja a nadie indiferente y todo ello es gracias a Santi Pérez Pascual , un joven con raíces en Regumiel y Duruelo, que dirige esta taberna en el centro de Madrid que se encuentra en la calle de la Cruz número 17,muy cerquita de la Plaza Mayor y que se ha convertido en lugar de visita de cientos de pinariegos que al cabo del año pasan por este especial bar restaurante para disfrutar de sus cañas, de sus platos típicos y de la compañía de este emprendedor que asegura “haber aprendido y evolucionado mucho en todos estos años desde que abrió en 2006, tanto laboral como personalmente, ‘Las Fatigas del Querer’”.

De su conexión con la comarca de Pinares apunta Santi que son Regumiel y Duruelo sus pueblos de origen. “Mi raíces vienen de Duruelo donde nació mi madre, -ya que mi abuela era de allí-, pero se crió en Regumiel de donde era mi abuelo Rufino. Toda mi vida está unida desde siempre a Regumiel de la Sierra, que es el lugar donde voy desde niño cada vez que saco tiempo”, explica Santi, apuntando que “Regumiel es un lugar donde lo tengo todo: paz, familia, amigos… Donde tengo ganas de volver antes de haberme marchado. La verdad es que voy todo lo que puedo, pero menos de lo que me gustaría.”De Regumiel destaca su otra familia, sus amigos. “Pertenezco a la peña La Revolución que para mí son como mi familia. Con ellos paso mucho tiempo cuando estoy en el pueblo, sobre todo en fiestas. Con el paso del tiempo, vivo las fiestas de diferente manera. Antes de ser padre disfrutaba más la noche, ahora en cambio disfruto de mi hijo, mi pareja y mi familia más de día”, señala Santi.

Para sus amigos, Santi es ‘El Cañones’, y no esconden su admiración por su persona y por su profesionalidad al frente de ‘Las Fatigas del Querer’. “Es un enamorado de su pueblo y para nosotros es más que un amigo, es parte de la familia de La Revolución con la que llevamos 40 años unidos. Como profesional en su negocio es muy bueno y siempre acoge con los brazos abiertos no sólo a la gente que conoce, sino a todo el mundo que va a Las Fatigas del Querer”, explican sus amistades desde Regumiel.

Esta taberna, con un nombre que no pasa desapercibido, sirve comida típica española con la especialidad del cocido madrileño, “pero puedes degustar variedad de platos con los que quedar satisfecho”, asegura Santi, señalando también la decoración tan espectacular que tiene el local “basada en obras de Julio Romero de Torres.”Asegura este emprendedor pinariego que “por ahora, mi familia y trabajo me unen a Madrid. Pero tengo claro dónde estaré cuando todo esto acabe, con los míos en Regumiel. Eso está clarísimo, al lado de mis seres queridos”, concluye.