Los hosteleros vuelven a salir a la calle para clamar el fin de las medidas restrictivas contra el sector

Concentración de hosteleros en Burgos.
Registradas ante las delegaciones de la Junta durante la mañana del martes 23, han contado con una participación escasa, que el sector achaca a la falta de ánimo y, los que pueden, por tener que atender a los negocios con escaso margen de negocio.

Los hosteleros de las distintas provincias de Castilla y León se han vuelto a concentrar ante las delegaciones territoriales de la Junta de Castilla y León en las respectivas capitales de provincia para hacer ver las consecuencias económicas negativas  de los cierres en el interior de bares y restaurantes que hacen inviable el funcionamiento de los servicios de hostelería.

En Burgos, la concentración ha reunido a un número reducido de empresarios si se compara con las anteriores convocatorias. Los afectados han alzado sus voces para denunciar la situación que viven a diario, las escasas ayudas que llegan desde el Gobierno regional y han criticado la falta de soluciones

El presidente de la Federación Regional de Hostelería, Fernando de la Varga, ve a "un sector que ha perdido la ilusión por un trabajo como es el de la hostelería" y cree que "estamos dando bandazos, y estamos viendo como otras Comunidades sin las restricciones están registrando datos similares".

De La Varga piensa que "han faltado empresarios en la concentración ya que tienen que hacer frente a sus negocios" yt hace un llamamiento para que se impliquen más los trabajadores que están contratados ya que "si esto no va hacia adelante, ellos se quedarán sin empleo".

En el acto frente a la delegación, han quedado rotos platos en el suelo, ya que la prórroga de quince días del cierre interior es "otro gran mazazo", que conlleva "nuevos cierres". Calculan que cada día está cerrando un establecimiento en Castilla y León.

EN SORIA

Los hoteleros concentrados frente a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Soria, han dado lectura a un manifiesto en el que lamentan que "nos han recortado horarios de trabajo. Nos han recortado aforos en los locales. Nos han prohibido trabajar en el interior de nuestros establecimientos. Han llegado, incluso, a limitar nuestra libertad de circulación ordenando la reclusión domiciliaria de la ciudadanía a las ocho
de la tarde, medida desconocida en el resto de España. Hasta tal punto tuvo repercusión dicha medida que el TRIBUNAL SUPREMO ha tenido que dejarla sin efecto por ser contraria a la legislación instaurada por el gobierno central".

La concentración de Soria, convocada por la Agrupación de Hostelería ASOHTUR, ha propuesto una "compensación económica en concepto de ayudas directas, ágiles en forma y pago puesto que está en riesgo la supervivencia de todas las empresas" y ha cuestionado las medidas restrictivas hacia la hostelería, y lo que ello supone para fomentar las concentraciones ilegales o botellones".