Presentación del libro "Memoria Emparedada" de Jesús Cámara

La Sala Capitular del Monasterio de San Agustín de la capital burgalesa fue  escenario de la presentación del libro 'Memoria Emparedada' de Jesús Cámara Olalla. Vecinos de la comarca pinariega, personas vinculadas a la zona, gente con familiares represaliados durante la Guerra y el franquismo, amigos y familiares del autor estuvieron presentes en el acto, y se ocuparon todas las plazas disponibles en la Sala.

Natural de Hacinas y vecino de Canicosa de la Sierra, población en la que ha trabajado como docente en el colegio durante varias décadas, y colaborador de Tu Voz en Pinares, Cámara ha invertido una década en la presentación de un libro “que ya tenía ganas de presentar”.

El acto fue presentado por la periodista Eneka Moreno, quien fue dando paso a cada uno de los intervinientes, controlando los tiempos y ordenando las intervenciones del público tras las exposiciones.

Mauro Torres Carretero, investigador con experiencia, principalmente entre los desaparecidos de la zona de Villadiego durante la Guerra Civil, habló de “diez años contra la desmemoria”, en relación al trabajo del autor de ‘Memoria  Emparedada y criticó la política de algunas instituciones que siguen poniendo trabas a la investigación de estos temas.

El autor del libro “Guerra Civil y violencia política en Burgos (1936-1943)”, Isaac Rilova Pérez, Dotor en Geografía e Historia por la UNED, consideró que los casos, personas y situaciones a las que se alude en el libro son de “una actualidad palpitante”, y calificó de “dificultad extrema” la tarea de investigación, como la emprendida por Jesús Cámara.

El periodista Antonio Palacios Gonzalo calificó la obra de Cámara Olalla como “un libro necesario para llegar a conocer cómo se fomentó el odio”.Autor de ‘Viaje al condado de Lara’ hizo referencia a la presencia de “documentos insulsos y burócratas”, con los que se topa el investigador en gran parte de los casos. Entre los años 2000 y 2009, Palacios realizó decenas de entrevistas sobre desaparecidos y muertos en la Guerra Civil.

EMOTIVO TESTIMONIO

Salomón Ortega Muñoz, sobrino de Salomón Ortega Sanz, natural Hontoria del Pinar y fusilado en 1936, protagonizó uno de los momentos más emotivos de la presentación, cuando relató la persecución contra su tío y la represión familiar, con destitución de su abuelo, Arsenio Ortega Costalago, quien venía ocupando el cargo de secretario del Ayuntamiento. Ortega Muñoz recordó que los restos de su tío todavía no se han encontrado.

El arqueólogo Juan Montero Gutiérrez, que intervino en la exhumación de las fosas de Mambrillas de Lara, Pinilla de los Barruecos y Estepar, manifestó que el libro, que alude al Partido Judicial de Salas de los Infantes, debería de haberse denominado de Pinares o La Sierra, ya que buena parte de los represaliados  de esta zona son obreros y patrones de las serrerías, como los casos de Sinforoso de Pablo, de Quintanar de la Sierra, y Constantino Medrano, de Regumiel de la Sierra.

“Se nota que detrás del libro hay un maestro y una mente científica”, afirmó Ignacio Fernández de Mata,  Decano de la Facultad de Humanidades y Comunicación de Burgos y profesor titular de Antropología Social. Autor del libro ‘Lloros vueltos puños: el conflicto de los desaparecidos y vencidos de la Guerra Civil’, Fernández recordó que “hubo un plan de exterminio ideológico” y consideró que el libro “levanta tapas y silencios”.

Jesús Cámara agradeció las distintas intervenciones, la presencia del público en la Sala y los apoyos que había tenido para la edición de un libro que reeditará para quienes estén interesados en su adquisición, cobrando lo que estipule la editorial, sin margen de beneficio alguno.

El investigador de Canicosa descubrió que “la represión era desconocida por los serranos”, y para que esto no continuara se recorrió 21 archivos, “pues lo investigado da serenidad y notoriedad a la historia”.

Jesús Cámara cifró en 287 personas encarceladas en la zona durante La Guerra, en un territorio de unos 19.000 habitantes, y deseó que “la memoria no tenga complejos y que ser valiente no salga tan caro”.

Tras las intervenciones de los integrantes de la mesa, se abrió un turno de preguntas y debate entre los asistentes al evento, con felicitaciones al autor y a las exposiciones., Melchor Peñaranda, de Vilviestre, pidió que a todos los exhumados se les incluya en el Libro de registros municipal.