
El Burgos Burpellet BH sigue dando la cara en La Vuelta y protagonizando valientes intentos de escapada. En la cuarta etapa de la gran ronda española, la última en suelo italiano y la más larga de la carrera (206 km), dos ciclistas morados se lanzaron al ataque para intentar sorprender a los equipos de los velocistas, que buscaban una llegada al sprint. Primero fue Mario Aparicio quien aprovechó el terreno montañoso de los Alpes para entrar en una fuga de cinco ciclistas que aguantó al frente hasta el ecuador de la jornada. Tras ello lo probó Sinuhé Fernández con un movimiento en solitario en la parte final más llana. En la llegada al sprint, la suerte no sonrió a Daniel Cavia, que estuvo a punto de irse al suelo en el penúltimo kilómetro. Su compañero Eric Fagúndez terminó en el top-30 en Voiron (Francia).
La etapa partió desde Susa y abandonó Italia cruzando la cordillera de los Alpes con hasta tres puertos de montaña encadenados. El primero de ellos, el Puerto de Exilles, sirvió para hacer la fuga de cinco ciclistas en la que logró entrar Mario Aparicio. El grupo logró más ventaja que en días previos, superando incluso los tres minutos de diferencia sobre el pelotón. El arandino del Burgos Burpellet BH intentó pelear por los puntos de la montaña y tras coronar el tercero de los ascensos, la situación de carrera cambió. El grupo principal aceleró la marcha y acabó dando caza a los cinco fugados a 90 kilómetros de la meta, ya dentro de Francia.
El recorrido posterior hasta la meta era mucho más llano y otro corredor morado no tardó en salir al ataque. Sinuhé Fernández, que hace dos días ya se dejó ver desde la fuga, atacó esta vez en solitario y rodó al frente de la carrera hasta la subida no puntuable del Col de Comboire, poco antes de Grenoble, a unos 40 kilómetros del final. La etapa se definió en un sprint masivo en Voiron, donde Eric Fagúndez acabó en 29ª posición. Daniel Cavia tuvo mala suerte cuando rodaba en una buena posición y estuvo a punto de irse al suelo al hacer el afilador con un rival, lo que le impidió esprintar. La general no sufre cambios, con Sergio Chumil como el morado mejor posicionado.
Mario Aparicio: “La etapa salió un poco rápida, pronto hubo ataques y me metí en uno de ellos. La idea era entrar en la fuga e intentar disputar los puntos de la montaña. Existía la posibilidad de ponerme líder de esa clasificación si ganaba los diferentes puertos. A partir de ahí fue ya un día más tranquilo y el pelotón nos recortó pronto la diferencia que teníamos. Estoy feliz de haber estado delante y también con el hecho de que las piernas están bien”.
La peor noticia del día fue el abandono de Carlos García Pierna por culpa de una enfermedad. El madrileño se encontraba afectado por un virus desde la primera etapa e intentó seguir en carrera, pero su condición no mejoró con el paso de los días y acabó poniendo pie a tierra en el inicio de esta cuarta etapa.
La caravana de La Vuelta afronta ahora un largo traslado hasta España, donde continuará la competición este miércoles con una contrarreloj por equipos. La localidad gerundense de Figueres acogerá la salida y la llegada de una jornada de 24 kilómetros completamente llana y no excesivamente técnica. Los corredores saldrán hacia Cabanes, girarán en dirección a Peralada y regresarán hasta Figueres desde Vilanova de la Muga. De cara a esta prueba contra el crono, el Burgos Burpellet BH estrenará este miércoles sus nuevas bicicletas BH Bikes de contrarreloj. Un modelo completamente nuevo, con un elegante color negro y los mejores componentes aerodinámicos.