Las fiestas de enero eran las fiestas por excelencia del pueblo, fijadas en esa fecha antiguamente pues era cuando descansaban los carreteros pero, como pasó en muchos municipios de la comarca, en tiempos más cercanos se trasladaron al primer fin de semana de agosto para que los hijos del pueblo, emigrados a grandes ciudades en busca de trabajo, pudieran disfrutar de ellas.
Las fiestas de enero desaparecieron así por muchos años hasta que tras un gran esfuerzo en 2005 la Asociación Cultural 'La Veceda' las volvió a organizar con gran éxito de público, tanto de aldeanos como de visitantes.
La fiesta se iniciaba el sábado por la tarde con el tradicional volteo de campanas y dos son las tradiciones que hacen especiales estos días en Aldea del Pinar.
Una de ellas es el juego de las chapas con dos monedas dispuestas a decidir el signo de la fortuna en el fugaz instante en el que son lanzadas al aire. La noche de ese sábado previo al día del Dulce Nombre de Jesús podrá escucharse el sonido de las monedas al caer contra el suelo ya que únicamente es en estas fiestas cuando se revive esta tradición con muchos años de historia.
Otro de los momentos emotivos de estas fiestas del Dulce Nombre de Jesús en Aldea del Pinar tiene lugar con la procesión y misa donde las aldeanas sacan sus mejores galas vistiendo sus trajes típicos serranos hechos de paño de lana engalanadas con collares de coral rojo y plata y los hombre visten la tradicional capa castellana que les protege del frío helador propio de estas fechas.
Tras la misa se ofrece a los asistentes tortas de azúcar y moscatel acompañados por los dulzaineros.
La junta directiva de la Asociación achaca a las fechas y que hay poca gente el no celebrarlas este año, esperemos que se retomen con más fuerza el año que viene y no se pierdan más tradiciones.
