A finales de los ochenta se recuperaba en Rabanera del Pinar la tradición de la Pingada del Pino Mayo. Jóvenes y mayores cumplen en la jornada del sábado 28 de abril con la tradición de la pingada, tras su tala, arrastre y traída desde el monte. Se suele salir a partir de las once de la mañana, y la pingada es sobre las tres de la tarde.
“La gente quiere que sea el sábado, ya que es cuando más gente hay”, recuerda Agustín Elvira, Tinin, el alcalde de Rabanera del Pinar, para quien “es un rito de siempre, y yo cuando llegué ya se hacía en estos días”.
Con el empuje y tesón de todos los presentes, se logrará levantar el pino en el lugar de costumbre, y ante la expectación popular, para un rito que se revive con gran ilusión, y con el que los mayores recuerdan la vinculación al monte que siempre ha tenido la localidad.
Ahora Los Mayos, las marzas hace dos meses, las fiestas de verano, el folklore y la feria hacen de Rabanera un punto de encuentro con actividades diversas a lo largo del año.
