Al igual que en varias localidades de la comarca, Navaleno revive, un año más, el rito de la Pingada del Mayo. La localidad soriana se ha mantenido fiel a la tradición y pingará su Mayo el lunes día 1. Sin embargo, para el sábado y para el domingo, se han organizado varias actividades que llenarán de fiesta las calles del pueblo antes de la pingada del lunes. De esta forma, el sabado 29, desde las 20.00 y hasta las 22.00, tendrá lugar el pase de tarde la discomóvil Sagittarius en el polideportivo. Tras el parón para cenar, la actividad musical se retoma a las 00.00 y hasta las 5.00 con el pase de noche de mano de Sagittarius.
Además, tal y como reflejan en el programa, duranta la sesión musical se celebrará un bingo en el que habrá varios premios. Encarando ya el domingo 30, a partir de las 15.30 tendrá lugar la quedada de los mozos en el Bar Pinocopa con la posterior salida hacia ‘La Sotilla’, A continuación, tirada del pino a huevo hasta la Plaza Domingo Heras.
Adentrándonos ya en el lunes 1 de mayo, día de la Pingada, a las 10.30 se celebrará el almuerzo de los mozos y se preparará todo los necesario para la pingada. El rito de la pingada se celebrará a las 12.30 en la Plaza Domingo Heras. Al finalizar la Pingada, habrá un vermú por los bares del pueblo y posteriormente los mozos harán su tradicional comida.
A lo largo de estos días, los mozos están llevando a cabo una rifa de papeletas que servirán para sufragar los gastos derivados de la fiesta del Mayo. Los premios, además, son muy interesantes y atractivos. El primer premio es una cena en el restaurante La Lobita, el segundo premio un jamón y el tercer y último premio un chorizo. Una vez se haga la rifa el lunes 1 de mayo, las papeletas ganadoras quedarán expuestas en el tronco del Pino Mayo para que los ganadores puedan reclamar su premio.
Cabe recordar que la Pingada en la Plaza Domingo Heras comenzó a realizarse desde el año pasado,ya que previamente se pingaba en otra zona del pueblo. En definitiva, Navaleno ya está listo para celebrar un año más esta arraigada tradición que permite reunir durante la primavera a vecinos, amigos y familiares. Además, hay que reconocer la labor de los mozos, que son los máximos responsables de esta gran fiesta y los encargados de que todo salga según lo previso y la gente que acuda lo pase de la mejor manera posible.
