Durante la mañana de este primero de junio, nos ha dejado en Navaleno, María Luisa Amat, aquejada de varias patologías, que se han complicado durante los últimos meses.
Amat ha sido durante años una de las referencias de la cocina tradicional y auténtica. Tras su formación en Barcelona, María Luisa regentó el primer restaurante en una céntrica casa de la calle Carretas, que fue hostal, propiedad de Juana, la madre de Pedro Barrip Peña.
Posteriormente, María Luisa abrió el Restaurante El Maño, en la actual vivienda familiar, junto a la plaza de Los Quintos. Sus potajes, raciones, carnes y comidas para celebraciones le procuraron un gran prestigio en la comarca, desde la ciudad de Soria y por los veraneantes que llegaban a la población, prinicpalmente desde los años sesenta del `pasado siglo.
Su cocina fue fundamental en el nuevo restaurante de El Maño, a finales de los ochenta, que regentaban sus hijos María Luisa y Jorge Banzo Amat, y, ya en esta centuria ha sido inspiración para la cocina de la abuela,- en referencia a ella y a su madre Aurora-, en el restaurante La Cocina de María Luisa en Madrid.
Casada con José Banzo, de origen aragonés y conocido como Pepe El Maño, era madre de cuatro hijos, y abuela de numerosos nietos, y su casa siempre era un punto de atracción para familiares y vecinos.
Amable y entregada, de grandes convicciones religiosas, generosa y familiar, su recuerdo siempre estará presente en Navaleno, por su gran labor en la cocina, y su excelente talla humana.
¡Descansa en paz María Luisa, pues lo tienes muy merecido¡.
