Santiago Díaz Santos, toda una vida dedicada al arte de la pintura

Santiago Díaz Santos en la presentación de la exposición de Rabanera del Pinar.

Las antiguas escuelas acogen una nueva exposición del pintor con quince obras de diversa temática

El sábado 30 de marzo a las 18:00 horas tuvo lugar, en lo que fueron las escuelas de Rabanera del Pinar, la inauguración y presentación de la exposición de pintura de Santiago Díaz Santos. Santiago, pintor de profesión, nació en Madrid. Su pasión por el arte de la pintura comenzó cuando tenía tan solo 14 años de edad, una devoción y sino que le ha acompañado cada día de su vida y que mantiene activa aún a sus 83 años. En su ciudad natal conoció a Modesta, la que fue y será siempre el amor de su vida. Una mujer apasionada por la fotografía que, junto con Santiago, inculcó en su hija el amor por el mundo del arte. Gracias a Modesta el pintor descubrió también un recóndito lugar escondido en tierras burgalesas del que nunca había oído hablar y del que es “vecino adoptivo” desde hace más de cuarenta años, Rabanera del Pinar.   

Santiago Díaz comentaba en su emotivo discurso que desde 1979, cuando construyeron lo que ha sido su hogar todo este tiempo, Rabanera le ha dado todo. Un regalo de la vida que él ha tratado de corresponder a través de su pintura. En esta nueva exposición que Santiago realiza con especial emoción para su pueblo, se muestran un total de quince cuadros, entre los que se encuentran cinco bodegones; cinco figuras y cinco paisajes. Ahora, en las paredes de las escuelas, se puede disfrutar de un viaje a través de los cuadros del autor. Desde un paseo por los verdes prados de los pueblos pinariegos hasta sentir el mar en sus viajes a la costa.

Santiago junto a uno de los cuadros de paisajes que forman parte de esta nueva exposición. 

Santiago ha pintado 60.000 cuadros a lo largo de su vida y ha llegado a vender 57.000, además de las obran que ha regalado. Todos y cada uno de ellos reflejan una historia, un momento o las personas que han pasado por la vida de Santiago. Una obra original llena de matices y formas, con una manera alegre y luminosa de crear y de jugar con las formas que caracteriza al pintor y con las que se ha recorrido España y otras zonas de Europa como Alemania. Una reliquia que ahora guarda en su casa y siempre está dispuesto a mostrar y compartir con quienes disfrutan del arte y la pintura.

“Para llegar a algo en la pintura hay que trabajar incansablemente. Lo que no se puede hacer es quedarse sentado a que llegue la inspiración, sino que ésta te sorprenda trabajando”. Esta es la manera en la que Santiago describe y entiende su profesión. Un ejemplo de constancia, esfuerzo y dedicación que deja como legado en quienes han tenido y tienen la suerte de conocerle a él y a sus obras.