Tres años han pasado desde que el Bar-Restaurante 'La Serrería', ubicado en la localidad soriana de Molinos de Duero, abría sus puertas para ofrecer un servicio muy demandado.
Y es que no fue casualidad la apertura del establecimiento, sino que Pedro Delgado, natural de Molinos, es un apasionado de las antigüedades y de las piezas utilizadas en los oficios a día de hoy desaparecidos, siendo el promotor del museo 'La Gamella'. Pues bien, eran muchas las personas que acudían a visitarlo y preguntaban a Pedro por lugares donde tomar algo, comer o picotear. Sin embargo, las opciones que encontraban eran reducidas, observando una falta de oferta en la zona en la que se encuentran.
Tras darle muchas vueltas y por denominarse a sí mismo como "un culo inquieto", Pedro decidió lanzarse a la piscina y abrir un restaurante allí en Molinos. Se puso en contacto con el Ayuntamiento y tras un acuerdo, este le cedió una parcela, ubicada junto al río Duero.
Gracias a sus conocimientos en la construcción, y al tener él mismo una empresa 'Carpintería Metálica Pedro Delgado', logró levantar el local de unos 150 metros cuadrados en apenas tres meses y medio, utilizando la madera de Pino Soria, que cuenta, parte de ella, con más de un siglo de antigüedad.
En marzo de 2022 abría sus puertas el negocio familiar, impulsado también por su hija Silvia y su yerno Álvaro, quienes son parte fundamental en la historia y trayectoria del negocio.
Y es que el restaurante está ubicado en un entorno privilegiado, siendo Molinos uno de los pueblos más atractivos en Pinares. Caracterizado por la arquitectura tradicional, con casas de piedra y madera, y edificios emblemáticos como la Iglesia de San Martín de Tours, una joya del arte románico.
El horario de apertura durante el año es reducido, abriendo únicamente los fines de semana, de viernes a domingo. Ya en la temporada estival, con la llegada de junio, el local permanece abierto todos los días de la semana, desde las 10:30h de la mañana aproximadamente, hasta la finalización de las cenas, que ronda las doce de la noche.
A pesar de que durante el año solamente abran los viernes, sábados y domingos, al afluencia de gente no cesa, ofreciendo en muchos casos un servicio a mas de cien personas al día.
UNA CARTA CON PRODUCTO LOCAL
Si de algo presume Pedro a la hora de hablar de la gastronomía en su local, es de la amplia variedad en producto local que presentan. Carne de Vinuesa, chorizo de Salduero, cecina de Castrillo de la Reina, productos Malvasía, torreznos y mantequilla de Soria... Todo producto de proximidad y fresco. De esta forma, no solo ellos salen beneficiados, sino que el género pinariego acaba siendo conocido por su alta calidad.
Carecen de menú del día, sin embargo, mantienen la apuesta por unos entrantes que pueden servir de picoteo y un segundo más contundente.
Embutidos, queso trufado, variedad de croquetas, de huevos rotos, de ensaladas... son algunas de las opciones que se pueden encontrar en la carta como entrantes.
Como plato principal, podemos observar diversas carnes como entrecot, chuletillas, callos, estofado de corzo... y como pescados vemos bacalao, dados de salmón marinado, chipirones a la plancha o cola de pulpo.
Además, como una opción en cenas de amigos o para niños, tienen en su carta diversas pizzas, siendo una apuesta segura para los paladares de los más pequeños.
A la comida hay que añadirle la carta de vinos, en las que encontraremos diversidad en las opciones de tintos, blancos y rosados.
UNA PLANTILLA AFIANZADA
En muchas ocasiones hemos hablado con restauradores de la Comarca de Pinares y la dificultad que encuentran a la hora de contratar camareros o personal que quiera trabajar en este sector.
No es el caso de La Serrería, donde cuentan con una plantilla fija de 5 trabajadores durante todo el año que crece hasta los 14 aproximadamente en la época veraniega, sumándole el apoyo que realizan los tres gerentes en las épocas de más trabajo.
¿El secreto? Unas condiciones laborales que se alejan del tópico existente en el mundo de la hostelería. Según nos dice Pedro, difiere de esa explotación laboral, ofreciendo un contrato a jornada completa con sus ocho horas. En verano, la mayoría de contratos suelen ser de estudiantes de la zona, que buscan en el pueblo una fuente de ingresos para durante el año continuar con sus carreras universitarias.
El alto número de personal viene dado por la superficie que presenta, con 150 metros cuadrados y tres espacios: comedor interior, terraza cubierta y una carpa comedor, todo ello con capacidad para unas 160 personas.
APUESTA POR EL MUNDO RURAL
Pedro está convencido de que este tipo de apuestas en el mundo rural está asegurada, impulsando a todos aquellos que tienen ganas de emprender en este negocio. "Cuanta más restauración buena haya en Pinares y mejor nos llevemos los pueblos, mejor será para todos".
Además, la peculiaridad de Molinos reside en la gran oferta en casas vacaciones que existen, con alrededor de 12 casa rurales que dan cama a unas doscientas personas, superando con creces la población empadronada en la localidad.
El relevo generacional, bromea Pedro, está asegurado, ya que cuenta con dos nietas: Daniela y Sofía que seguro seguirán apostando por la hostelería en Molinos.
De esta forma, por ser un servicio esencial para el turismo de Pinares, ofertar un producto local y de calidad y poner en valor la tierra, la Serrería, bajo la regencia de Pedro, Silvia y Álvaro, es merecedora del premio TVP 2025 Turismo/Servicios que otorga Tu Voz en Pinares.
