En una difícil década de los años 50 en la que los habitantes de los pueblos serranos estaban ocupados en salir adelante gracias al campo y lo poco que daba monte, a un joven Miguel de Alonso se le cruzó la música en su camino.
Desde muy pequeño había tenido afición por el cante de coplas, las canciones religiosas e incluso la guitara, pero Miguel descubrió su vocación de forma algo accidental gracias a las proyecciones de cine veraniego que se realizaban en el teleclub de Hontoria. Observando títulos como La Dolorosa (1934) o La mujer más guapa del mundo (1955) un joven Miguel de Alonso decidió que quería dedicarse a la ópera y el cante lírico.
Tras quedar prendado por las voces de los cantantes líricos, le comunicó a su familia que se quería dedicar a la música. Su madre, que era "muy leída" le explicó la complejidad que tenían ese tipo de canciones. Sin embargo, la decisión de Miguel ya estaba tomada; con 17 años y "muchos pinos tirados" a sus espaldas, el hontoriano puso rumbo a la ciudad de Madrid para aprender la técnica vocal, el solfeo y los idiomas necesarios para cantar ópera.
Antes, en Hontoria del Pinar, Miguel había recibido pequeñas clases por parte del sacristán local, las cuales acompañaba con el aprendizaje autodidacta a través de unas primeras partituras de ópera clásica que consiguió por correo solicitadas a una editorial de Barcelona.
Sus conocimientos básicos crecieron de forma exponencial en sus años de conservatorio en Madrid, cuando compaginaba el estudio con sus el servicio militar, teniendo que realizar muchos sacrificios para poder igualar a "la gente que tenía posibles" y llegaba con más repertorio y más preparada al conservatorio.
SALTO AL ESPECTÁCULO
Del ámbito académico, donde empezaba a destacar su bella voz de tenor, pasó al medio de comunicación por excelencia durante los años 60 en España: la radio. Miguel se fue haciendo poco a poco un hueco en las ondas de Radio Madrid -actual Cadena Ser- donde coincidió en varios programas musicales con locutores como Joaquin Prat, Bobby Deglané o José Luis Pecker, al que guarda con gran cariño "era impresionante cuando me presentaba", destaca el tenor.
Entre las bambalinas del estudio de Radio Madrid, Miguel de Alonso conoció a muchas de las personalidades y músicos de la época. Entre ellos se encuentran nombres como Julio Iglesias o Rocío Durcal, con quien acostumbraba a charlar mientras tomaban un chocolate.
En las ondas Miguel se dio a conocer al país mientras comenzaba a hacerse un hueco en representaciones de operas y zarzuelas gracias a directores como José Tamayo o Julio Jaurena. Poco a poco el nombre de Miguel de Alonso comenzaba a repetirse en los programas de los teatros más prestigiosos teatrales, dando primero el salto a las representaciones nacionales, pero su potente voz pronto dio el salto a la escena internacional.
GIRAS MUNDIALES
De su extensa trayectoria como tenor solista se pueden contar más de 8000 actuaciones. Unos números récord en la historia de la lírica universal. El hontoriano pasó por los teatros más prestigiosos de Nueva York, Milán, París, Ciudad de México o Los Ángeles donde acostumbraba a representar óperas inolvidables del siglo XIX como La Traviatta, Tosca, Carmen o Rigoletto. Aunque él siempre guarda con más cariño a su favorita: 'Marina', una zarzuela y ópera española escrita por Emilio Arrieta que el tenor ha interpretado en casi 500 ocasiones en su papel de Jorge.
De las más de seis décadas de Miguel en los escenarios del mundo se pueden destacar infinidad de anécdotas. Buen recuerdo guarda de su paso por ciudades europeas donde el contacto con emigrantes españoles era habitual. En una reciente entrevista en Radio Pinares nos explicó cómo varias veces acabó cediendo a algún compatriota su chaqueta de capitán de navío como recuerdo tras la representación de la mencionada 'Marina'. También recuerda de esta obra cómo Pepita Embil, madre de Plácido Domingo, era una de sus mayores admiradoras.
De sus amplísimas giras y viajes por el mundo, Miguel de Alonso destaca su orgullo de pertenecer a un país como España, abogando por reivindicar en todos los espacios nuestra tierra y su cultura; confesando en su ámbito musical que "la zarzuela no tiene que envidiar a la ópera". En su caso la mayor parte de representaciones de zarzuela las realizó en España y con su propia compañía de la que conserva en torno a 6000 trajes; muchos de ellos en su casa de Hontoria del Pinar.
Entre sus actuales ilusiones se encuentra la de poder realizar un museo y, sobre todo, un gran teatro en nuestra comarca. Cree que el medio rural puede ser un sitio idóneo para la cultura. Actualmente Miguel, residente en la ciudad de Madrid, centra sus esfuerzos en los espectáculos que realizan desde la Casa Regional 'Mesa de Burgos' en Madrid' -de la que es presidente- que, ubicada en el centro de la capital, cada tarde del sábado organiza galas con "cantidad de cultura, puintura, literatura, poesía y ópera".
En su vida, Miguel ha sido galardonado en decenas de ocasiones: 'Académico de la hispanidad', 'Caballero de la Orden de Isabel la Católica' o 'Hijo predilecto de Hontoria', a donde vuelve cada 14 de agosto y cada viernes santo para dedicar unas estrofas a su pueblo y a su virgen. Ahora el tenor suma este reconocimiento Pemio TVP a toda una vida dedicada a la música.
