miércoles. 24.04.2024

Las danzas de San Leonardo, por Teodoro De Miguel

Danzante, descendiente de danzantes, director del grupo, investigador incansable, Teodoro De Miguel nos hace un recorrido por la historia de las danzas de San Leonardo.

LAS DANZAS DE SAN LEONARDO DE YAGÜE

 

Por Teodoro de Miguel de Miguel

 

Al Sur de la villa de San Leonardo y a escasa distancia de ella, se encuentra situado en el "Alto del Arenal", uno de los castros celtibéricos -de la Edad del Hierro-, más grande de la provincia de Soria.

Sus celtíberos habitantes pertenecieron al grupo de los PELENDONES. Recientes investigaciones nos han proporcionado datos suficientes para creer que dicho castro sea la tan  "buscada" ciudad de LUTIA.

La influencia de dicha ciudad sobre los numerosos castros que la circundaban en las postrimerías de la Sierra de la Demanda, influenció para que siglos más tarde tanto en la Villa de San Leonardo y Casarejos - incluidos en el Alfoz de Arganza-, como en la villa de Rabanera del Pinar y en la de Hontoria del Pinar y sus aldeas: Navas del Pinar y La Aldea del Pinar incluidas en el primitivo Alfoz de Hontoria-, se ejecuten unas danzas con reminiscencia celtibérica, recordando los ritos guerreros que nuestros antepasados celtíberos ofrecían a la Divinidad de sus Dioses como súplica para que los malos espíritus -adversos a la ganadería, bosques y labrantíos-, se apartaran y huyeran lejos al oír los secos chasquidos que producían las "falcatas y cetras" al  entrechocarse en el aire, en favor de la fecundidad de la tierra.

Durante la reconquista efectuada a mediados del siglo VIII por el Rey Alfonso I (el Asturiano) a los "musulmanes", la tierra de la Sierra de la Demanda, no quedó desierta -como algunos historiadores indican-, sino que fue habitada y recorrida por pequeños grupos de pastores y cazadores que posibilitaron la continuidad de los usos y costumbres de sus antepasados celtíberos, pudiendo llegar sus ritos hasta nuestros días a través de nuestras queridas danzas.

No todas las que actualmente se representas San Leonardo y en los mencionados lugares son de origen celtibéricos, ya que muchas de ellas fueron importadas por los carreteros en sus viajes Duero abajo por las provincias de Palencia, Valladolid, León, Zamora y Salamanca, de donde -en un cambio cultural-, importaron versiones de la toponimia, música y letrillas de dichos lugares.

En el año 1730, Don Pedro Muño Manuel Florentino Colon de Portugal y Ayala, Fonseca, Toledo y Ulloa; gran almirante de las Indias y Adelantado Mayor de ellas; duque de Veragua y de la Vega, marques de Jamaica, de la Mota y San Leonardo, conde de Gelves, de Ayala y Villa Alonso, señor de las villas de Coca, Alaejos, Castrejón, Valdefuentes, Villoria, Ariniega, San Cebrian de Mazote, Morales, Carbajosa, Almaraz, la Alverca de las torres y de los valles del Llodio, Orozco, Arrastaria y Doncos. Comendador de Azuaga en la Orden de Santiago, gentilhombre de la Real Cámara de S. M. y Señor de San Leonardo y su tierra, donó y cambió la vestimenta pastoril con que originalmente usaban los danzantes de todos las villas y pueblos citados, por la actual vestimenta goyesca con el fin de asimilarla a "corte", como gala y vasallaje de dicha casa. (Este cambio de atuendo se hizo en todos los grupos de danzas de los lugares mencionados, por estar todos ellos incluidos en el señorío del mencionado señor).

El traje actual consta de chaquetilla o chambra adamascada, chaleco rameado, faja de seda, pantalón rojo de paño, camisa blanca con remates, pechera y puño de puntilla, medias blancas y zapatillas negras con hebillas de plata, para la cabeza, un pañuelo de colores.

Se sabe que antiguamente las danzas de San Leonardo se ejecutaban en el campo, cantadas por las bellas mozas serranas y también al son de la dulzaina y tamboril, para posteriormente hacerlo en el interior de la iglesia de la villa. Inicialmente se ofrecían en honor de la Virgen del Rosario -siete  de Octubre-, pero como en dicha fecha todavía no habían regresado algunos de los carreteros de su trajino con la  carretería, fueron trasladadas a los días 2 y 3 de Febrero, siendo dedicadas desde entonces a la Virgen de las Candelas y San Blas.

Cada una de las once danzas dispone de su propia letra y música. Se diferencian entre si, no solo por el ritmo, pasos, entrelazados, variante de los danzantes, constitución de sus calles, giros, acosos, huidas y ataques, terminados siempre con rapidez y en seco; sino, por los mismos objetos que utilizan y entrechocan.

La primera danza se baila portando "palo y castañuela", En la siete siguientes se usa solamente "palo" y el las tres últimas, "palo y corbetera".

El "palo" es de acebo de unos 40 cms de largo y sustituye a la "falcata" (espada corta utilizada por los celtíberos). La"cobertera o tapadera", está fabricada con madera dura de encina redonda con una hendidura en la parte superior para poder sujetarla con la mano izquierda, y sustituye a la "cetra" (pequeño escudo celtibérico que revolucionó en su tiempo el arte de la esgrima. Con ella los celtíberos podían interceptar en el aire la trayectoria del arma del atacante, pudiéndola usar ofensivamente  golpeando con ella al enemigo).

El grupo lo forman ocho danzantes, dos "bufones o bobos", un abanderado, un gaitero  (a veces dos) y un tamborilero. Situados frente a frente en dos filas de a cuatro, los cuatro colocados en las esquinas se les llaman "llaves" y a los cuatro del interior "guias". Son  cuatro distintos "palos" o formas de ejecución: Guía rápido, guía lento, llave rápido y llave lento. El guía y llave rápido está colocado frente al guía y llave lento. Cada danza dispone de cuatro o cinco "calles", las cuales se repiten terminando siempre en el lugar de arranque con golpe seco.

Los principales movimientos que usan para su desarrollo se les llama: hurtar, encadenar, presentar, dar, recibir, saltar, blincar entrechocar y cerrar, ejecutándose siempre con agilidad, seriedad  y firmeza.

El ser danzante es un "honor" y como tal lo siente y expresa danzando con seriedad y respeto ante la Virgen de las Candelas y San Blas. El "palo" o posición es hereditario de padre a hijos, y  caso de no tenerlos,  se suele ceder a otro familiar o amigo.

Debido a la vejez de los danzantes y la carencia de mozos para sustituirles debido a la emigración en busca de trabajo en América, en el año 1909 se dejaron de danzar, causando gran tristeza en la villa.

Entre los años 1928 y 1929, fueron recuperadas por los jóvenes de la localidad, celebrándose  sin interrupción desde dicha fecha.

Son innumerables los lugares en que nuestras danzas  han sido ejecutadas. En 1932 se desplazan a Madrid y danzan en el Palacio de Oriente ante el presidente de la República Alcalá Zamora -representando a la Provincia de Soria con motivo de la celebración del primer aniversario de la recién creada República  Española-.

Al Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, D. Fernando de los Ríos, le gustó tanto nuestras danzas, que decidió venir a nuestra villa el año siguiente acompañado de Federico García Lorca, para conocerlas "in situ".

En 1945, se desplazan a Burgos para danzar en la "Hípica" con motivo del homenaje que la ciudad de Burgos hizo a su benefactor, el General Yagüe.

En 1948, danzan ante el Caudillo de España Generalísimo Franco, del General Yagüe y séquito que les acompañaba, con motivo de la inauguración del grupo escolar de nuestra villa.

En 1956, nuestras danzan se ejecutan en la FERIA del CAMPO de MADRID. representando a la Provincia de Soria. Posteriormente en multitud de lugares destacando: "FITUR" -Feria Internacional de Turismo en el Palacio de Cristal de Madrid-. SIMANCAS, en un homenaje que la Provincia de SORIA hizo a su río DUERO, y posteriormente además de en todas las provincias autonómicas, en numerosos lugares más. 

Las danzas de San Leonardo, por Teodoro De Miguel