De pronto surge un encuentro inesperado a través de mi móvil: nace un nuevo periódico para la zona de pinares fundamentalmente en formato digital. La guinda de esta entrañable y prestigiosa publicación es que la van a engalanar con el ropaje de una revista de cierto lustre para que la acariciemos con nuestras manos en publicaciones puntuales durante el transcurso del año próximo.
Tierra de pinares. Vivo entre pinos y a ellos elevo la mirada en mis paseos rutinarios. En el invierno la sierra tirita bajo las primeras nieves. Los pasos se vuelven cansinos mientras crece el temblor en las ramas desnudas de los árboles mecidas por el viento helado. Bajo los tejados se hace el calor de hogar y las calles se vacían de gentes. Estas casas que escriben nuestra historia y arrastran nuestra nostalgia abrirán un día sus postigos al progreso.
No es un sueño. Estas tierras esconden un futuro, sin duda. Un futuro que ahora mismo no dibuja ningún horizonte. Estamos atenazados por una crisis económica que no entendemos pero sí la sufrimos. Nos hemos familiarizado con la “prima de riesgo”, “los mercados”, “los desahucios”, “el rescate como lo mejor o lo peor”, “los recortes”, ”el paro”, el “borde del precipicio”… Todas estas amenazas se diluyen por entre los vericuetos de una tierra de promisión. El sol tiñe de cobre el ocaso. ¿No habrá que iniciar los “recortes” por algunos cargos políticos que están ciegos a la realidad?