El movimiento de la España Vaciada necesita un gran impulso

Lamenta Joaquín Alcalde, alma máter de la Feria de Presura, que ahora la problemática del mundo rural no está en el foco de los medios de comunicación.. Que se habla y abordan otros temas.

 Es como si ya no importaran las carencias que sufren los pueblos, la sangría migratoria que los está diezmando, la falta de políticas efectivas que impiden revertir una lacra que lleva agonía y desaparición de muchos núcleos dispersos y dispares.

No se están haciendo bien las cosas. Falta coordinación de los movimientos y plataformas que han ido brotando estos últimos años en diferentes comarcas asoladas por el problema de la despoblación. No hay unión entre los grupos de distintas provincias y Comunidades, y se solapan acciones reivindicativas y de puesta en valor de las posibilidades que ofrecen las zonas rurales para funcionar en el futuro, como ha ocurrido con la manifestación del domingo 5 de octubre en Madrid y el desarrollo de la Feria Presura en Asturias, en las mismas fechas.

Resultó decepcionante el desembarco en la política de muchas plataformas en los comicios regionales de 2022 que, en la mayoría de los casos, ya no están vivas en la actualidad. Hubo una llegada de oportunistas que coparon las candidaturas y que, ahora en el dique seco, ni se acuerdan de esa malograda aventura, ni participan lo más mínimo en los movimientos para que las zonas rurales tengan voz y merezcan atención por los gobiernos de turno.

Soria YA es de las pocas excepciones a este panorama desmembrado y decepcionante. Los tres procuradores en las Cortes de Castilla y León están dando la batalla, y sus propuestas son de las pocas que logran el apoyo de toda la Cámara regional, pese al rodillo PP-Vox que tumba buena parte de su actividad parlamentaria. Han conseguido  que el Gobierno regional asuma el compromiso de tramitar una Ley contra la despoblación, algo que en una Comunidad eminentemente rural como la que nos encontramos, debería de ser de obligado cumplimiento desde el minuto uno en cualquier disposición administrativa.

Sin embargo, esa excesiva delimitación física de su ámbito de actuación a la provincia de Soria condiciona la llegada del mensaje al conjunto de las zonas rurales. No acaba de calar en otros territorios, pese a que buena parte de su labor tiene un objetivo, que son los pueblos, con problemas comunes, con independencia de donde esté colocada la barrera-línea administrativa de las provincias.

Para una mayor complicación, la división entre los movimientos se acentúa cuando hacemos referencia a las formas de llevar a cabo esa presión y/o divulgación. Unos, como lo vimos en PRESURA, son más partidarios de presentar iniciativas que se están gestando en los núcleos rurales, y hablan de repoblación y no de despoblación. Otros, como lo sentimos en la Manifestación del 5 de octubre en Madrid, ponen el foco en denunciar la situación de abandono que viven los pueblos, criticar la política  medioambiental, censurar la instalación de macrogranjas o parques de energías renovables. Son dos maneras de vislumbrar el problema. Ambas se complementan y canalizan un mismo destino.

¡Qué difícil lo hacemos!. Luego nos quejamos de que, quienes nos gobiernan, no tienen sintonía, y resulta que nosotros somos incapaces de unirnos, remar en la misma dirección y solucionar un problema que no está aniquilando.