El cuidado del monte debe ser una prioridad, y no una consecuencia de su explotación
Concebimos el monte como un gran espacio para usos diversos. Son las masas forestales un sumidero de CO2 capaz de transformar la contaminación en oxígeno, la suciedad y polución en un intenso chute de vida sana. A nadie escapa que nos va la vida en la conservación de este ingente privilegio natural. Mimarlo y tenerlo a punto es una de las tareas que todos tenemos encomendadas, cada uno en la medida de su implicación y responsabilidades.