viernes. 29.03.2024

"Cuidado que podría llegar el terror a nuestras vidas con el fantasma de la Estanflación"

Decía el gran científico británico Charles Darwin que uno de los errores de la historia es que esta se repite. Y al hacerlo, nos condena una y otra vez a vivir encarcelados en actos atroces que se repiten. Viajemos al pasado con maletas llenas de presente. Aquel 6 de octubre de 1973, día del Yom Kipur o del Perdón para los judíos, las tropas árabes de los países vecinos lanzaron un ataque armado a gran escala contra Israel. Tras semanas de sangre y sufrimiento en intensos combates, Israel con el apoyo logístico de Estados Unidos se hizo con la victoria recuperando su honor y su hegemonía territorial. Tras la dolorosa humillación, las naciones árabes decidieron emplear el petróleo como un arma económica bloqueando totalmente los envíos previstos a las naciones aliadas de Israel. Los precios, en cuestión de pocas semanas, se triplicaron y siguieron aumentando durante meses y años. El ostión económico global fue demoledor terminando con la larga y fructífera etapa de crecimiento económico que siguió a la Segunda Guerra Mundial. El fantasma de la Estanflación comenzó a alertar a todas las economías, incluyendo la de España. Un cáncer que combina la inflación y el estancamiento económico que produjo un desempleo brutal acompañado de un fortísimo descenso del Producto Interior Bruto. Las rentas familiares se sumieron en un abismo y los ciudadanos dejaron de tener poder adquisitivo. La recuperación entonces fue cruel, larga y muy dolorosa.

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GAS RUSO
GAS RUSO

Los expertos dicen que la situación no es comparable. Pero cuidado, los expertos no son dioses que predicen el futuro. Son seres humanos sujetos a las reglas de los hombres. Rusia, uno de los mayores productores de gas y petróleo del mundo, ha invadido Ucrania. Las potencias occidentales tratan de hacerle frente con sanciones económicas de primer nivel. En la agenda europea está dejar de comprarle el gas. La situación ha sacudido los mercados y las potencias europeas comienzan a sufrir. España esta al límite y con razón ante la lógica sublevación de transportistas, pescadores, autónomos, ganaderos, agricultores y en general de todos los humildes trabajadores que levantan económicamente el país. Hablamos de padres y madres de familia que trabajan sin descanso para llevar un trozo de pan todos los días a la mesa. El gobierno no toma nota. No termina de entender la situación. Y así pasan los días y la agonía crece junto con el sufrimiento y la desesperación. La revolución está próxima y espero equivocarme, la estanflación también. El cáncer social, económico y político se ha extendido. Ahora la pregunta es: ¿Tenemos realmente algún tratamiento esperanzador?

 

"Cuidado que podría llegar el terror a nuestras vidas con el fantasma de la Estanflación"