Tejados de las casas y fincas del entorno de los pueblos han amanecido con las tonalidades blanquecinas más propias del otoño e invierno que de finales de agosto.
Uno de los más visibles, es el que discurre paralelo a la carretera de acceso a Vinuesa en zonas de umbría, desde Molinos de Duero, en la entrada del río al embalse de La Cuerda del Pozo.