La Desafío Urbión ha vuelto a poner en valor el deporte en la montaña. Desde primeras horas, un inmenso equipo de gente con organizadores, voluntarios, vecinos y corredores han puesto en movimiento esta mezcolanza entre magia y deporte, naturaleza y amistad, competición y solidaridad, que se ha dejado ver desde la salida de la prueba Reina con 360 participantes hasta l a llegada del último corredor, ya bien asentada la tarde.
El esfuerzo marcado por los corredores, pese a dificultades con las que se han encontrado muchos de ellos, molestias y lesiones, se ha visto compensado con la entrega de un público que animaba en cada paso en la siempre complicada ascensión serpenteante de la Sierra de Urbión en el término de Covaleda.
Era emocionante ver cómo los más jóvenes se están sumando a esta colaboración, en un proyecto que va más allá de las personas y que llena de ilusión a quienes lo practican, y a los que colaboran para que quienes se lanzan al reto puedan completarlo de la mejor manera posible. Los aplausos, los ánimos del público, las esperas, y los abrazos son el claro ejemplo de una Desafío que es un reto, de una carrera que es toda una pasión.