domingo. 28.04.2024
Eric Ribas y Silvia Pérez, gerente y directora del Hotel La Muedra.
Eric Ribas y Silvia Pérez, gerente y directora del Hotel La Muedra.

El Hotel Rural La Muedra, en Vinuesa, celebra este sábado 26 de agosto su II Feria de Artesanía en la que reunirá arte, música y solidaridad en una misma cita abierta al público de 12.30 horas a 20.30 horas de la tarde y, que si el tiempo y las lluvias no lo impiden, tendrá lugar al aire libre justo detrás del hotel, en una zona verde con árboles habilitada para disfrutar de encuentros como el que se presenta este sábado. Si el tiempo no deja realizar la feria al aire libre, se hará en las salas dispuestas dentro del propio hotel.

Serán en torno a una decena los artesanos que muestren su trabajo y vendan sus productos al público que se acerque este día a La Muedra. Jabones naturales desde Palacios de la Sierra, bisutería y arte en madera desde Tera y Covaleda, bisutería hecha con alambre y papel desde San Leonardo de Yagüe, escultura en madera desde Salduero, saquitos desde Almarza, cuero hecho desde Palacios, manualidades de de Vinuesa y bolsos y accesorios desde Soria capital.

Esta Feria de Artesanía contará con un concierto en directo de la artista de Duruelo, Cardelina, que dará comienzo a las 13.30 horas. Además, esta cita contará con un toque solidario, ya que lo recaudado en la barra durante la feria será donado a la Asociación Autismo Soria.

La Muedra, una historia de leyenda pero real

‘Arropado’ por la historia del pueblo de La Muedra renació este hotel hace año y medio, poniendo en marcha con nueva dirección y equipo humano lo que fue el antiguo hotel Alvargonzález, cerrado durante varios años. Comenzaba así una nueva etapa que continúa en este segundo verano con gran afluencia de turismo.

El Hotel Rural La Muedra lleva en su nombre el recuerdo de aquel pueblo que quedó sumergido bajo las aguas del pantano de la Cuerda del Pozo. Hoy, ochenta y dos años después de que las aguas anegaran las casas, la historia de La Muedra perdura bañada con las aguas frescas manteniendo todavía, como si de un símbolo se tratase, la torre y el campanario de la iglesia que se niegan a desaparecer manteniendo vivo el recuerdo.

La Muedra contaba con 217 habitantes en el año en el que se aprobó la construcción del pantano y como consecuencia de la llegada de trabajadores para las obras creció en población hasta llegar a los 341 habitantes censados en 1931, 176 hombres y 174 mujeres. Los modraños y modrañas eligieron las localidades cercanas como Abejar, Cabrejas, Vinuesa o incluso El Burgo de Osma para comenzar una nueva vida. Lo cierto es que a los habitantes de La Muedra se les ofreció hacer otro pueblo en Pinar Grande, pero lo rechazaron. Con la llegada de las aguas, los habitantes perdieron para siempre de vista paisajes como la escuela mixta, el juego de pelota, la tienda del tío ‘perrillas’, el molino del tío ‘fariñas’, la ermita... También lo hacía el cementerio por lo que se vieron obligados a trasladar los restos de los difuntos a otro lugar, un sitio que a día de hoy todavía perdura.

 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
Vinuesa acoge una Feria de Artesania en el Hotel La Muedra