Llegó la sétima etapa, la más larga de la Volta, cuyos 193 kilómetros sumados a los cuatro puertos puntuables y a los 35 grados previstos para la parte final, prometían una etapa sin cuartel. Pronto se sucedieron los primeros intentos, pero no fue hasta el kilómetro 37 cuando consolido la escapada del día con 11 ciclistas, que poco después recibió a otros 15 acompañantes. El Burgos BH no podía faltar al corte más multitudinario de la presente edición e introdujo a Adrià Moreno, Felipe Osorio y Juan López-Cózar, que acumula su tercera fuga en la vuelta.
La escapada obtuvo una ventaja superior a los cuatro minutos y medio. Según pasaban los kilómetros, la cabeza de carrera supo mantener el pulso al pelotón a medida que perdía unidades. A falta de casi 10 kilómetros, se rompió la armonía en la multitud de cabeza y Reis (Efapel) marchó por delante. Ante la falta de entendimiento ‘Chupe’ intentó también sorprender al grupo sin opción. En el esprint entre los supervivientes de la fuga, Adrià Moreno acabó en quinta plaza. Con ello, el 'stagiaire' catalán reafirma buen momento de forma que será clave para las próximas dos jornadas de montaña.
Tras el intento a dos kilómetros de meta de ‘Chupe’, el granadino comentó la jornada. “Sabíamos que era una etapa muy dura, que rozaba los 200 kilómetros de carrera. Éramos muchos en el grupo de delante y se ha ido a mil por hora y al final se fueron dos Efapel bajando. Pensaba que iba a haber más control así que yo me vi con fuerza y arranqué en los últimos kilómetros. Quería jugar a ganar. Pero Reis se alejó más de la cuenta y por detrás iban con dudas y salieron a por mí. Es una pena porque me sentía bien como para haber luchado el segundo puesto, pero me quedo con las buenas sensaciones”, declaró.
Continúa mañana la Volta para la escuadra burgalesa con el octavo capítulo. La etapa parte de Bragança e incrementa las dificultades montañosas con puertos de mayor rango y un final en alto en el puerto de primera de Montalegre en plena Serra do Larouco.
