El Campo a través Internacional de Soria se presentaba este domingo, una vez más, como un espectáculo deportivo del máximo nivel que este año tuvo el viento como invitado. Integrado en el selecto listado de pruebas Gold del circuito mundial de la modalidad, la prueba organizada por la Delegación Soriana de Atletismo propuso un importante listado de atletas de talento mundial, en un escenario deportivo idílico, como es el monte Valonsadero. Una combinación fascinante que año a año es una fórmula de éxito: Un marco natural incomparable y actores de relumbrón para una función deportiva imprescindible. Por si fuera poco, en esta ocasión se respiraba en el ambiente una mayor dosis de emoción ante la posibilidad de que un atleta, Rodrigue Kwizera, rompiera con una marca inalcanzada hasta el momento en la historia de esta competición, la de sumar la cuarta victoria absoluta en Valonsadero. Tampoco le faltaban alicientes a la cita femenina, en la que no han escaseado las sorpresas en los últimos años, y no se puede olvidar que esta cita era mucho más que dos grandes carreras de élite, es una fiesta del atletismo en el que se aglutina deporte base, solidaridad, y mucho esfuerzo, desde las 10.15 horas y hasta más allá de las 14.50 h.

El atletismo fue el gran ganador en el XXXI Campo a través internacional de Soria, con una treintena de salidas y dos apasionantes carreras absolutas, con una prueba masculina de máxima emoción en un marco natural incomparable, como el monte Valonsadero de Soria. En una jornada ventosa, con momentos de lluvia y de sol, el campo a través lucía en todo su esplendor. En hombres, Matthew Kipchumba, corrió con inteligencia, esperó su momento, y enrabietado por un inesperado resbalón, se mostró el más rápido en el sprint, dejando la cita de Kwizera con la historia, para otra ocasión. En mujeres, Amebaw dejó hacer, hasta que decidió ponerse en modo estelar, sumando su segunda victoria en Soria.
La cita masculina de 8.000 metros comenzó con la plana mayor de atletas africanos manteniendo la carrera en punto muerto, ocupando la anchura de la calle. Claro que los repechos de la parte final del circuito irrumpieron en la paz del grupo, y el desgaste natural dejaba a los atletas en fila de a uno en el primer paso por vuelta. Kwizera, el gran favorito, buscando ser el primer atleta de la historia en sumar cuatro triunfos en Soria, marcaba terreno pasando en primer lugar, seguido por Naibei Kiplimo, Matthew Kipkoech, Edwin Kiplangat y el español Thierry Ndikumwenayo. Aunque un pequeño parón permitió entrar a Kipchumba, Emile Hafashimana y Meshack Kipkurgat. Ilias Fifa o Javi Guerra, tiraban del resto de atletas españoles.
En el segundo paso por vuelta, el keniata Matthew Kipkoech irrumpía como aspirante a la victoria con un valiente cambio de ritmo que obligaba a ponerse el mono de trabajo a Rodrigue Kwizera quien, en su condición de favorito, asumía la responsabilidad de apagar el incendio. No obstante, Kipkoech se iba a mostrar tremendamente combativo, tirando siempre del grupo hasta el último kilómetro.
Encarrilada la recta final de la prueba, ya en el último repecho previo a la llegada a la línea de meta, la prueba era cosa de cuatro atletas, lo que dejaba un final abierto y emocionante. Kipkoech, que se resistía por momentos a dejar a Kwizera el liderato de la prueba, Kipchumba, que parecía no entrar en ninguna pelea y aguardaba en tercer lugar, mientras Ndikumwenayo peleaba por no quedarse rezagado. Cada giro, cada revuelta del repecho, tensaba las posiciones entre los cuatro aspirantes.
Llegado el repecho de descenso, los atletas destaparon sus intenciones de cara a salir bien colocados de la última curva. Kwizera se llevaba el gato al agua, buen conocedor de la prueba, Kipchumba se resbalaba, Kipkoech pagaba el esfuerzo realizado y Ndikumwenayo entregaba el hacha de guerra.
Enrabietado por el resbalón, Kipchumba salía espoleado nada más recuperar adherencia en la hierba de Valonsadero, y se ponía a la par de Kwizera, que se mostraba incapaz de responder al cambio de ritmo del sprint. Kipchumba se imponía y Kwizera se quedaba acariciando la cuarta victoria en un final apoteósico. Tercero acababa Kipkoech y Ndikumwenayo, cuarto, sería el mejor español.

Bonita carrera la protagonizada por las atletas femeninas. Con un inicio de la cita de ritmo pausado, que se encendió cuando la gran dominadora, Likina Amebaw (27:23), decidió cambiar el ritmo y adjudicarse su segunda victoria en Soria sin encontrar apenas oposición.
El primer giro fue la toma de contacto, amable, con el grupo compacto en el que ninguna corredora quería avivar el ritmo de carrera. Tónica general hasta el paso por vuelta, cuando comenzó una selección de potencial, sin mucho brío, por lo que continuaban las favoritas bien colocadas en cabeza. María Ureña se dejó ver en cabeza, escoltada por Odile Nintije y Nioshim Mandoi, mientras que Amebaw, Idaira Prieto, Claudia Corral, Sheila Jebet, Marta Pérez y la italiana Valentina Gemetto se mantenían en el grupo de cabeza.
Fue un espejismo, la carrera se mantuvo compacta, y en el segundo paso por vuelta el grupo seguía manteniendo las mismas unidades, con Idaira Prieto y Amebaw liderando el pelotón. De hecho, pasados los 16 minutos de esfuerzo, la etíope, gran favorita, ponía su ritmo y se marchaba escoltada por la joven Sheila Jebet.
La carrera estaba en el punto de partida de las previsiones, la joven aspirante mostraba su desparpajo y retaba a la Likina Amebaw, pero la etíope en cuanto miró atrás y vio a su contrincante, puso una marcha más para dejar la carrera sentenciada. De esta forma, Jebet se tuvo que conformar con la segunda plaza, mientras que la italiana Valentina Gemetto demostraba su inteligencia competitiva y su fortaleza aferrándose a la tercera plaza del podio. La mejor española sería Idaira Prieto con una fantástica cuarta posición.

Kipchumba, pletórico
Matthew Kipchumba bordó su actuación en Valonsadero y tras la carrera se sentía “bien” en una carrera dura, en la que era consciente de que Kwizera era el favorito. “Lo sabía, el año pasado corrí contra él en Atapuerca y sabía que había ganado tres veces en Soria”, sin duda, algo que propició que planteara una carrera muy inteligente, esperando su momento. De esta forma, no dudó en “esprintar para poder ganar. He empujado todo lo que he podido”, señalaba. Sobre el resbalón en la última curva, le ha quitado importancia, señalando que es una circunstancia propia de la modalidad, el campo a través, en la que solo queda levantarse y seguir.
Por su parte, la ganadora, Likina Amebaw, se mostraba “muy feliz” de volver a ganar en Soria, una prueba que ha señalado es su “favorita del circuito internacional”, ya que prefiere un escenario de hermosa naturaleza. El principio de la carrera fue lento, algo que no le importaba, ya que sentía estar arropada en una jornada de viento y lluvia, aunque después no ha dudado en cambiar de ritmo e irse a por la victoria, afrontando la climatología asumiendo con naturalidad que “es propia del invierno” y un aspecto característico del cross. Amebaw reconoce que está contenta por la buena carrera de su contrincante Jebet. “He mirado atrás y la he visto que me seguía y he tirado hacia adelante”, ha señalado, indicando que ha sentido unas molestias en la pierna.
