Tras una primera parte atenazados, los de Jon Pérez Bolo dieron un paso adelante en la segunda para intimidar a un gran Eibar y desde los once metros, romper con la estadística que desde 2006 se atragantaba.
De inicio, las defensas se impusieron a los ataques. 10 minutos de tanteo en los que tan solo un zapatazo de Grego Sierra desde 25 metros a la madera desestabilizó a alguna de las dos retaguardias. A partir de ese primer aviso, cada ataque se convirtió en una batalla estratégica donde cada movimiento buscaba herir a un rival bien pertrechado. El marcador no se movió hasta el descanso a pesar de que el Eibar puso un punto más en los últimos minutos de juego.
Ya en la segunda parte, el primer ataque del Burgos se perdió por la línea de fondo y fue el conjunto armero quien asumió el mando, aunque sin llegar a inquietar a Caro con rotundidad.
En el 55’ el ambiente se caldeó con una posible expulsión a Berrocal por derribar a Ander Martín, ocupando la posición de último hombre, que se saldó con cartulina amarilla para el central. En la marea revuelta, el Burgos trató de sacar beneficio dando un paso adelante y con un mano a mano entre Fer Niño y Luca Zidane confirmó la tendencia. Pero el portero le ganó la partida al ‘9’ arrebatándole el balón en el último regate.
Arengado por la grada, el conjunto burgalés se animó sobre la hora de juego con un disparo lejano de Mumo a la salida de un córner. Y de nuevo dos minutos después con el penalti señalado sobre Atienza que tuvo que ser atendido sobre el césped.
Curro asumió la responsabilidad. Con mimo, colocó el balón sobre un punto de penalti magullado por las triquiñuelas visitantes. Pero con la calma habitual, en su territorio, el '16' blanquinegro superó a Zidane para colocar el 1-0 en el marcador.
Con el tanto, Bolo introdujo aire fresco con la entrada de Appin y Bermejo, lo que provocó una sonora ovación para Atienza. Etxebe respondió con dos cambios muy ofensivos, colocando dos puntas en el ataque.
El cuadro local aceptó sufrir ante un Eibar con muchos mimbres para sumar, pese a quedarse con uno menos en el descuento. Pero este se topó con la mejor versión defensiva del Burgos, que aprovechó el descuento para hacer debutar a Esteban Saveljich con la remera blanquinegra.
