Sobre la mesa un café con leche calentito. Ordenador a punto. El sol me sonríe y me anima a redactar. Hoy vamos a viajar al pasado a través de un libro maravilloso del historiador de Hacinas Don Roberto Alonso Olalla: 50 relatos sobre personajes, sucesos y temas populares de la comarca serrana. Situemos la historia; primera década del siglo XX. La histórica Barberia de “Don Pepe” estaba situada donde hoy podemos encontrar el hostal Mayale, en el corazón de Salas de los Infantes. Entre las calles de San Roque e Infantes de Lara. José Rodríguez era un hombre simpático, avezado, de conversación sencilla y amable y natural de Hontoria del Pinar. Fue el fundador y primer peluquero de un establecimiento único que logro pronto prestigio y respeto en el pueblo.
Compitió ferozmente con la Barbería de Vidal como compiten dos hermanos pequeños por la atención de una madre. Vidal afeitaba gratis los sábados a sus clientes fijos y Pepe comenzó a hacer lo mismo invitándoles además a una taza de chocolate. Curioso y sorprendente es el anuncio que publicaba el Eco de la Sierra en 1919: “Servicio esmerado previa desinfección de todos los instrumentos. Acaba de llegar a este establecimiento un oficial burgalés de insuperable especialidad en el corte de pelo”. Justo, su hijo, convirtió la barbería en la casa de todos. En un lugar donde reír, llorar, cantar, sentir y vivir. El mismo alegraba las veladas con su guitarra, su entusiasmo y su buen humor. Y con él “Saturio” el teatrero popular que contaba los mejores chistes verdes de la comarca. José Antonio, el nieto de Pepe aprendió el oficio de la mano de los clientes “más fáciles”
Sin embargo, una mañana llegó a la Barbería Don Germán Piernavieja, un salense emblemático por su carácter recio y por sus sentencias, dichos y anécdotas. Germán era además un cliente duro y muy exigente con el servicio. Con cierto temor y respeto el aprendiz dio un paso al frente y le dijo: “hoy le afeito yo.” “Si te atreves, adelante”, contestó Don Germán. Con cierto temor, comenzó el aprendiz a enjabonarle la cara con la brocha. Jabón y más jabón que no conseguía espesar. Germán comenzó a impacientarse y no aguantando más le preguntó: “Muchacho, ¿Tu todo lo que mojas cortas?” Y el aprendiz nervioso y contrariado contestó: “claro señor”. Y Germán, con aire de sorna le espetó: “Pues ten un poco de cuidado porque me está llegando el agua hasta los cojones”. En la actualidad, Carlos representa a la cuarta generación de una familia de peluqueros y barberos que han hecho historia en Salas de los Infantes y en la comarca de Pinares. Historia plagada de recuerdos, de canciones, de sonrisas, de sorpresas, de abrazos, de emociones, y de amistades inquebrantables que siempre serán recordadas y eternas.
