viernes. 29.03.2024
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Santa Águeda es una de las fiestas más esperadas del año en muchos de los pueblos de la comarca de Pinares y, sin duda, sobre todo por parte de las mujeres. Para ellas es esta fiesta, que rinde homenaje a las féminas, en la que se celebra una jornada de convivencia y de hermandad y en la que son las mujeres las únicas e indiscutibles protagonistas de esta cita cada 5 de febrero donde, durante todo el día, se les hace entrega del poder del pueblo, cediéndoles los bastones de mando de los Ayuntamientos.

Como no podía ser de otra forma, debido a la situación que se está viviendo como consecuencia de la Covid-19, esta año no tendrá lugar esta significativa festividad. No se verán reuniones, ni bailes, ni saldrán a la calle los coloridos trajes de piñorra. En 2020 fue una de las últimas fiestas que se celebraron en la comarca pinariega, al igual que Carnaval, al coincidir su fecha antes del estado de alarma y el comienzo del fin de las fiestas, una situación que estará así hasta que la situación mejore.

Numerosos pueblos pinariegos celebraban Santa Águeda con relativa importancia. Uno de ellos es Covaleda, de la mano de la Asociación de Amas de Casa Santa Julita, presidida por Yolanza Lázaro, y que está formada por 187 socias a día de hoy.

La jornada daba comienzo con todas las integrantes reunidas en la sede de la Asociación, un local junto al Ayuntamiento en el que durante el año, antes de la Covid, desarrollaban numerosas actividades. “Desde la sede partíamos hasta el Consistorio, acompañando a la nombrada alcaldesa, para que el alcalde le diera el bastón de mando. Era un día estupendo, en el que hacíamos muchas cosas y lo pasábamos muy bien”, explica Lázaro, recordando con pena este día tan especial para ellas.

Una vez recogido el bastón de mando, las mujeres de Covaleda se dirigían en compañía del alcalde a la celebración de la misa en la iglesia. “Este año es lo único que vamos a hacer, una misa, pero con aforo reducido a 25 personas. No se puede ni se debe hacer nada más, ni siquiera hemos nombrado nueva alcaldesa, ni sacaremos los trajes de piñorra. Esperaremos al año que viene a ver si es posible”, añade la presidenta de la Asociación de Amas de Casa Santa Julita.

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“En la misa hacíamos nuestras oraciones, las ofrendas… y sacábamos a la Santa en procesión, un recorrido pequeño por las calles pero muy bonito y emotivo. Acto seguido, nos íbamos a disfrutar de un lunch y, después, a comer todas juntas para más tarde comenzar nuestro baile de disfraces en el salón del Ayuntamiento. Nos lo pasábamos genial, era un día espectacular y es una pena que este año no podamos vivirlo”, confiesa Lázaro.

Desde la Asociación de Amas de Casa de Covaleda muchas han sido las actividades que se han visto paradas por culpa de la crisis sanitaria de la Covid-19. “Teníamos programados muchos actos el año pasado, muchas excursiones y talleres, pero tuvimos que suspenderlo todo. Después del verano comenzamos con unas clases de yoga, pero enseguida tuvimos que pararlas también. Esperaremos a que todo esto pase para poder ponernos en marcha que tenemos muchas ganas”.

También en la localidad de San Leonardo de Yagüe el 5 de febrero, festividad de Santa Águeda, es un día muy importante. Tanto que además coincide cada año con la celebración de la última de las jornadas de las fiestas de la Virgen de las Candelas y San Blas que este año, como es lógico, tampoco se celebrarán.

Cada año, la Asociación de Amas de Casa ‘Pinares’ nombraba a una alcaldesa que recogía el bastón de mando de la mano del edil del Consistorio, en este caso otra mujer, Belinda Peñalba. Acto seguido, las integrantes de la agrupación pinariega celebraban la misa, la procesión por las calles del pueblo con el pasacalles acompañado por la música de los gaiteros y la comida de convivencia. La jornada concluía con el tradicional baile de Santa Águeda en la sala Sotanillo.

En Vinuesa, también Santa Águeda se vivía de forma especial. Cada 5 de febrero, la localidad visontina celebra esta festividad que es además patrona de la Muedra, el pueblo que quedó anegado bajo las aguas del pantano de la Cuerda del Pozo en 1936. Desde entonces su fiesta se siguió celebrando en Vinuesa, donde además las féminas comenzaban el día con el nombramiento de Águeda y Agueditas, las encargadas de organizar la fiesta y actos el año siguiente. Este año tampoco Vinuesa vivirá esta festividad que se completaba con misa, comida multitudinaria y con bailes y juegos por la tarde.

Un año sin la celebración especial de Santa Águeda