En el corazón de la Comarca de Pinares, una empresa se alza como un pilar de la industria maderera y un ejemplo de visión y adaptación a lo largo de casi un siglo. Hijos de Tomás Martín, conocida por su innovadora marca Burpellet, celebra este año su 90º aniversario, marcando nueve décadas de compromiso, crecimiento y contribución al desarrollo económico y social de la región.
La historia de Hijos de Tomás Martín se remonta al 20 de mayo de 1935, cuando Tomás Martín obtuvo el alta para poner en marcha una humilde carpintería en la pequeña localidad serrana de Doña Santos. Desde sus inicios, la empresa mostró un espíritu pionero, invirtiendo en maquinaria moderna traída del País Vasco, lo que ya entonces auguraba una trayectoria marcada por la innovación.Lo que comenzó como una carpintería familiar ha evolucionado hasta convertirse en la empresa maderera número uno en producción de pellet a nivel nacional bajo el sello Burpellet.
Un salto cualitativo significativo se produjo en 1998, cuando la tercera y cuarta generación de la familia, con Tomás Martín (tercera generación) y Adolfo y Ricardo Martín (cuarta generación) al frente, apostaron por la expansión y la evolución de lo que hasta entonces era una única nave aserradero.
El hito más audaz llegó en 2008. Tras un viaje a Finlandia que les abrió los ojos al potencial de un producto entonces poco conocido en España, la empresa se aventuró en la fabricación de pellets. Una decisión arriesgada que, con el tiempo, se ha revelado como un acierto estratégico. Hoy, Burpellet es el mayor productor de pellets de España, con una capacidad de 90.000 toneladas anuales, proyectando un incremento a 120.000 toneladas gracias a inversiones millonarias.
La clave de este éxito casi centenario no reside solo en su capacidad productiva, sino en su profundo compromiso con la sostenibilidad y el entorno rural. Hijos de Tomás Martín procesa subproductos de la madera, como serrín y viruta, provenientes de una gestión forestal responsable de los montes de la comarca y provincias limítrofes. Esta filosofía no solo maximiza el aprovechamiento de la materia prima, sino que también contribuye a la limpieza de los bosques y la prevención de incendios.
Con 120 empleos directos y más de 450 indirectos, Hijos de Tomás Martín es un motor económico fundamental en la Comarca de Pinares, generando riqueza y ayudando a asentar población en el medio rural. Destaca, además, la iniciativa de contar con un turno de trabajo compuesto íntegramente por mujeres, un claro ejemplo de su compromiso social.
En el marco de su 90º aniversario, Ricardo Martín, director comercial de la empresa, ha destacado que los pilares de Hijos de Tomás Martín son la referencia, la responsabilidad y el respeto. Tres valores que han guiado a esta empresa familiar a través de cuatro generaciones, adaptándose a los nuevos tiempos, invirtiendo en tecnología y, sobre todo, manteniendo viva la esencia de una carpintería nacida hace 90 años en Doña Santos. El legado de Tomás Martín sigue más vivo y fuerte que nunca, transformando la madera en progreso para toda la comarca.
El producto y la calidad
El pellet es un tipo de combustible sólido densificado con forma de gránulo alargado y constituido por partículas de madera de pino. Se fabrica mediante prensado de serrín donde la propia lignina que produce un fenómeno de baquelizado. Por ello, no requiere pegamento ni ninguna otra sustancia adicional a la madera.
Una de las directrices principales del proyecto de Hijos de Tomás Martín, S.L. – Burpellet, considerada de vital importancia, es el acercamiento a un desarrollo sostenible que, a través de la planta de valoración de biomasa luchan por conseguir.
Cabe destacar, que la empresa cuenta con la certificación medioambiental de gestión forestal sostenible PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification) y su cadena de custodia, este Certificado garantiza a sus clientes que toda la madera utilizada en la elaboración de sus productos, proviene de bosques gestionados de manera legal y sostenible.
Los pellets que se producen en la planta de valoración son 100 % naturales ya que provienen del reciclaje de subproductos del aserradero.En Burpellet se ofrecen las máximas garantías, así como una calidad extraordinaria tanto en el producto final como en el servicio al consumidor. La materia prima se selecciona minuciosamente para posteriormente pasar por un proceso de secado, molienda, pelletizado y enfriado previo al almacenamiento.Los pellets son sometidos a rigurosos controles.
En las instalaciones se realizan constantemente analíticas (humedad, densidad, porcentaje de finos, durabilidad y longitud) que facilitan el proceso de valoración consiguiendo que todo el producto fabricado sea totalmente acorde con la ficha técnica certificada del pellet. Además, laboratorios cualificados y reconocidos a nivel nacional e internacional analizan periódicamente el producto, verificando sus características y etiquetados.
