El hartazgo que siente la ciudadanía por la polarización derecha-izquierda, PP-PSOE, Podemos-Vox, se demostró en los comicios regionales del pasado mes de febrero, donde candidaturas como la de Soria YA, obtuvo un respaldo inusitado, arrasando en la mayor parte de las localidades de la provincia de Soria.
Conformado ya como partido político, Soria YA ha decidido no concurrir a los comicios municipales, al no sentirse preparados para poder afrontar la batalla electoral en ayuntamientos y en la Diputación. Optan por preparar las elecciones nacionales, convencidos de poder arrancar un representante en el Congreso de los Diputados a PP o PSOE, o los dos incluso, en un arrojo de optimismo, y obtener también gran apoyo para el Senado.
Todo cambia demasiado rápido, y en política incluso más. Hoy estás arriba, y mañana has desaparecido. Lo hemos visto con partidos como UCD, PCE, CDS,IU UPYD,…, y, seguramente, lo vamos a ver con Ciudadanos. Es necesario estar continuamente en el candelero, demostrando que las formaciones políticas son capaces de adaptarse a cualquier situación. Obtener un apoyo mayoritario en unas autonómicas y, pensar que, están en la oposición y tras meses de inanición mediático, van a conseguir lo mismo en las generales, es pecar de ingenuo, o dar muestras de una inexplicable prepotencia.
El mensaje de la despoblación tiene que calar en casas, pueblos, ayuntamientos y Diputaciones. Tenemos que ser capaces de dar un viraje total a la manera de hacer política. No es de recibo que los gastos corrientes y de personal embarguen un presupuesto económico anual, y la inversión en políticas para frenar la repoblación resulte residual.
El último censo de población vuelve a ahondar en un problema ante el que los políticos de turno se dan ya por vencidos. Consideran la sangría poblacional del mundo rural como una lacra de nuestro tiempo, en el marco de un reajuste global, a la que no se puede hacer frente desde instituciones locales. Se equivocan de pleno, y es desde estos órganos donde tenemos que aprender a mirar de otro modo esta carencia de infraestructuras, servicios y falta de futuro, pues de otro modo las entidades estarán copadas por representantes de partidos que ya han visualizado su incapacidad para solucionar la despoblación.
Creo que muchos de los que voten PP, PSOE u otras alternativas en las elecciones locales, no volverán a dar el giro a Soria YA en las generales. Serán unos comicios muy reñidos, y con esa polarización de la que pretendíamos huir. Y algo peor, se ha creado una desconfianza hacia un nuevo partido político que quizá, en vísperas de las siguientes elecciones, decida desintegrarse por carecer de fuerzas para poder continuar.
Los errores se pagan. Los electores tendrán la última palabra.