jueves. 28.03.2024

Estamos de moda

En esta etapa otoñal de pandemia hemos disfrutado de un paisaje sublime con todos sus matices dorados enmarcados en una orografía de ensueño.

A veces navegan las nubes por entre un cielo azul intenso con sus alas batidas por el viento. Y sobre ellas, vuela nuestra imaginación hacia ese viaje utópico al universo, aún cuando arrecie el mal tiempo. Nosotros cerramos las puertas y ventanas, y desde las casas, al cobijo de la lumbre u otro sistema de calefacción, nuestras soledades navegan por entre esa estampa celestial donde las emociones y sentimientos positivos anidan en nuestro sistema cerebral y originan comportamientos acordes con el devenir de un humanismo solidario.  Esta nueva forma de encauzar nuestras vidas en busca de una Naturaleza que dé cobijo a nuestros sinsabores, se está vislumbrando como salvaguarda de una existencia vital más equilibrada y con un nivel  ecológico sostenible para nuestro planeta.

En estos días me han llegado informaciones sobre nuestra tierra con una descripción exhaustiva de su orografía, de su Historia (con mayúscula) y de sus propuestas de futuro. Es cierto que en el primer tercio del siglo XX fue la madera del pino albar la madre de la economía pinariega. En nuestro deambular por los caminos de la vida, hemos mantenido una especial sintonía con el monte, viviendo por, y para él. Son los carreteros y los pastores trashumantes los que se ven reflejados en la historia de España. De estos montes salieron carros de madera para la batalla de “La Armada Invencible” siendo rey Felipe II. Estos transportistas se unieron como hermanos para formar la Real Cabaña de Carreteros en los tiempos de los Reyes Católicos. De estos pinares han peregrinado hasta los Astilleros del Cantábrico, además de los troncos de pino para la construcción de los barcos, la brea o “la pez” para su calafateado. Como añadido, y debido a la abundancia de pastos, el ganado ovino como prioritario, ha sido el sustento de muchas familias con la trashumancia de los rebaños a tierras de Extremadura. Las reses se conducían por las Cañadas Reales creadas por el Antiguo Concejo de la Mesta fundado por el rey Alfonso X el Sabio. Nada menos. Sobre esta Historia y nuestro presente me ha llegado un enlace por Internet: “diariodevalladolid.elmundo.es.”

En el periódico “El Pais” del 20 de noviembre, en sus paginas de “El viajero” se describen parajes de la Sierra de la Demanda, Picos de Urbión,.. y lleva impresa una foto de las lagunas glaciares de Neila con algunas rutas recomendadas por estos lugares: “…el sendero asciende hasta las majadas de altura, rodeadas de cumbres que rozan los 2000 metros. De nuevo uno respira hondo, y se cree en los Alpes o los Pirineos.” En la misma semana, descubro un reportaje en la TV2 sobre el río Duero desde su nacimiento en los picos de Urbión. Mis sentimientos emocionados vivieron los espacios de la Soria de Machado y de Gerardo Diego. Volví a mis paseos por Numancia, Berlanga de Duero, Burgo de Osma, San Esteban de Gormaz, Almazán, Medinaceli… y otros muchos pueblos nunca olvidados y muy queridos.

Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo para nuestra tierra. Hace falta coraje unido a la voluntad  y a la esperanza.

Guadalupe Fernández de la Cuesta

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