martes. 16.04.2024
Montes Valonsadero
Vista área de parte del Monte Valonsadero./Foto: guiadesoira.org

La delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Soria, Yolanda de Gregorio, ha mantenido una reunión  con la concejala de Patrimonio y Montes del Ayuntamiento de Soria, Lourdes Andrés, el jefe del Servicio de Medio Ambiente, José Antonio Lucas, y técnicos de ambas instituciones con motivo de futuras actuaciones en el monte Valonsadero, número 179 del C.U.P. (Catálogo de Montes de Utilidad Pública) de la provincia de Soria.

La reunión sirvió para conocer las líneas generales planteadas en un nuevo proyecto de actuación que la Junta de Castilla y León, a través del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Soria, está elaborando gracias a los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia, una importante actuación de Mejora Ambiental para la Zona Natural de Esparcimiento Monte Valonsadero, que contará con un presupuesto aproximado de 300.000 euros.

Una de las intervenciones incluidas más singulares es el tratamiento de los ejemplares monumentales de roble localizados en las áreas con uso social más intenso, especialmente en los parajes ‘Cañada Honda’ y la ‘Junta de los ríos’, para garantizar el mantenimiento de estos ejemplares en un estado sanitario adecuado y preservar la seguridad de las personas. 

Muchos de esos árboles tienen una estructura ligada a las antiguas cortas de trasmochos. Esta técnica ancestral, asociada a especies con capacidad de rebrote vegetativo (robles, fresnos, encinas, etc.) perseguía la producción en el mismo espacio de leñas y pasto, alejando los nuevos brotes del suelo, como ocurría en las cortas a hecho  La reducción de la demanda de leñas en la segunda mitad del siglo XX y la peligrosidad de la práctica del trasmocho al tener que trabajar los operarios en las copas de los árboles, hicieron que el método cayera en desuso.

Además del valor etnológico, los antiguos trasmochos que ahora vemos en muchos de nuestros montes tienen un enorme valor paisajístico y ambiental, con una riqueza en microhábitats favorables para multitud de especies de fauna, hongos, líquenes y musgos. Algunos factores, como la edad avanzada de los árboles, el stress climático o la baja calidad del suelo están provocando el decaimiento de muchos ejemplares. El propio peso de las ramas puede generar desequilibrios y desgarros que pueden acelerar el declive.

Incorporación de nuevas técnicas de arboricultura

En especial, se ha valorado el riesgo que puede suponer para la seguridad de las personas la rotura de ramas o incluso caída de estos ejemplares en estas zonas de tan amplio uso recreativo, y se tratará de reducir estos riesgos mediante intervenciones silvícolas específicas para cada árbol que puedan evitar problemas de este tipo.

Donde no es posible el mantenimiento o la recuperación de los trasmochos, es necesario definir nuevas estrategias de manejo, incorporando técnicas de arboricultura y de tratamiento de árboles veteranos y monumentales que ya se están empleando en otros lugares de Europa.

Como paso previo, se ha realizado el diagnóstico de la situación actual de 180 ejemplares, 120 rebollos (Quercus pyrenaica) y 60 de quejigo (Quercus faginea). En función de su estado y de su ubicación en relación con las instalaciones de uso público y la frecuencia prevista de visitantes, se diseñarán tratamientos singulares para cada árbol.

Si los resultados del proyecto son positivos, se valorará su posible extensión a otras partes del monte o a otros montes de la provincia que comparten la misma problemática.

La Junta ensaya en Valonsadero un proyecto de mejora medioamiental que se puede...