viernes. 26.04.2024
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El comienzo de la campaña de la trufa ya está aquí. Un sector que para comarca de Pinares y para Tierra de Lara supone un importante empuje económico, con plantaciones que aportan una trufa de gran calidad y que generan, además, toda una sinergia de actividades socioculturales en torno a este tesoro negro que aportan su granito de arena para que estos pueblos luchen contra la despoblación.

Y es que este 1 de diciembre se dará por inaugurada la campaña de la trufa de invierno, una especie que está considerada como una de las mejores trufas en la cocina mundial, una verdadera joya bajo la tierra y cuya recogida se extenderá hasta el 15 de marzo en campo y hasta el 31 en plantaciones (estas arrancaron la campaña el 15 de noviembre), tal y como regula el Decreto Micológico de Castilla y León.

Los expertos auguran una campaña “de muy buena a excelente” y que dejaría atrás el nefasto año 2020 marcado por la falta de mercado para comercializar por el cierre de la hostelería provocado por la crisis del coronavirus.

Al menos, las condiciones meteorológicas en tiempo de recogida ya están aquí: y es que la trufa necesita frío y nieve, que es algo que se está produciendo estos días. Pero, para garantizar una buena producción, tiene que haber llovido en los meses de junio, julio y agosto, algo que no se dio en esta zona y que los productores han tenido que solventar con regadío propio. La sorpresa, -si dará fruto o no cada plantación-, se verá ahora en la recogida.

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Uno de los mayores expertos en este mundo tan fascinante de la truficultura es Jaime García, que junto con su hermano Fernando dirige desde hace veinte años la empresa ‘Aire Puro de Urbión’, con sede en la localidad de Abejar desde donde ayudan a los productores a conseguir más cantidad y mejor calidad de trufa negra. Y es que el asesoramiento en este sector es clave para lograr el éxito en la producción.

Confía Jaime García que esta será “una campaña muy buena”, aunque todo dependerá de “si cada productor ha hecho bien los deberes. Es decir, si durante los meses previos se han realizado las técnicas específicas para obtener ahora los resultados esperados”, explica.

“Nuestra labor desde ‘Aire Puro de Urbión’ es asesorar al productor aportando ‘apoyos’ de varios tipos como sustratos inoculantes (dietética) en pozos, por esporas, aportando cuando recolectamos, materia orgánica, micelios, etc. Con esto, todo productos naturales y reciclados, buscamos que la planta llegue su máximo esplendor dando una calidad de trufa extrema”.

Desde esta empresa además disponen de una amplia gama de árboles productores, como Truferos Productores (encinas y quejigos), Pinos Productores (Pinus Sylvestris, Pinus Pinaster, etc...) y otro árboles y plantas (Sabinas, Sabino, Gayuba y muchas más especies) que pueden adquirirse desde su tienda online www.airepurodeurbion.com

Y es en Abejar desde donde más se impulsa la trufa soriana. Es en esta localidad, y en otras como Cabrejas del Pinar, donde más fincas truferas hay en la comarca de Pinares-Soria y es en Abejar donde se realiza la mayor labor de dar a conocer este tesoro de la madre tierra con una feria que tiene ya dieciocho ediciones y que cumplirá su número diecinueve este próximo año.

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En la parte burgalesa, el mismo ejemplo lo vemos en el municipio de Quintanalara, desde donde la Asociación para el Desarrollo de Tierra de Lara, junto con la Junta Administrativa de Quintanalara, llevan seis años celebrando la feria de la trufa negra de Burgos.

Rubén Heras es el presidente de la Asociación de Truficultores de Burgos que cuenta con 70 socios, desde donde prevén una campaña “que puede ser muy buena”. Todo depende de que cada productor haya podido regar, ya que en esta zona de Lara hemos tenido un verano seco con hasta 70 días sin lluvia”, explica Heras, apuntando que en Quintanalara, un pueblo de tan solo quince habitantes ahora en invierno, “fuimos pioneros en la provincia en ponerle cara a este aprovechamiento. Contamos con plantaciones pequeñas, pero que aportan una trufa de calidad”.

En la comarca pinariega existen plantaciones truferas en más localidades que las señaladas y su producción puede darse en muchas más zonas que tengan las características concretas. Este hongo crece y se desarrolla profundo bajo tierra vinculado a las encinas. La calidad de la planta es decisiva para el éxito de la explotación, pero también son condicionantes diversos factores como el tipo de terreno: las trufas se suelen producir entre los 800 y los 1.300 metros sobre el nivel del mar; deben elegirse terrenos con una suave pendiente; y se requiere que sean fincas soleadas con suelos aireados y de caliza.

Las ferias que la potencian

Ambas citas, la de Abejar y Quintanalara, demuestran que esta comarca es una de las más importantes en la trufa negra. El pasado año ambas fueron suspendidas por la crisis del Covid, pero este año se vaticina que regresen de nuevo. Hace escasos días que se anunciaba desde Abejar que la Feria de la Trufa sí tendrá lugar este año y ya se han dado a conocer las fechas: los días 19 y 20 de febrero. Por el momento solo se conoce este dato y anuncian que será próximamente cuando “informen de la programación y de todas las novedades”.

En su última edición de 2019 fue el cocinero con tres estrellas Michelín, Pedro Subijana, la persona que inauguró la feria que contó con 7.000 visitantes. Por su parte en Quintanalara será en estos próximos días cuando se tome la decisión de si celebrar o no una nueva edición de la feria de la trufa: “nos reuniremos este próximo puente y tomaremos una decisión final sobre si se va a hacer y si se mantendría el formato o no. Nos gustaría celebrarla, pero lo que va a primar sin duda es la cordura y todo dependerá de cómo esté la situación de la Covid-19”, explica Rubén Heras.

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El Centro de Interpretación

En 2019 la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, adelantaba que se estaba trabajando desde el Gobierno en el proyecto del Centro de Interpretación de la Trufa que quiere ubicarse en Abejar. Lo cierto es que ha pasado el tiempo y no se ha vuelto a saber nada acerca de este proyecto que se ubicaría en el antiguo secadero de piñas. Un proyecto que supondría una inversión de 500.000 euros. Este centro sería el máximo revulsivo para la trufa, completando toda la promoción en un lugar donde centrar toda la proyección trufera.

Los pinariegos expertos en trufa auguran una campaña “excelente”