Más de diez después de la recomendación municipal, los vecinos de Neila siguen sin hacer uso del agua del grifo, debido a la aparición en los últimos análisis de un nivel excesivo de ácidos haloacéticos, que desaconseja su consumo.
El Ayuntamiento puso en un principio a disposición de los afectados, un gran número de garrafas de agua potable. Desde el jueves 15, una cisterna de la Diputación de Burgos con 20.000 litros de capacidad, estacionada en la plaza municipal acerca el suministro a la demanda de los vecinos
"Nos dijeron que no la probáramos y no la usamos", comenta una vecina que se enteró de lo que ella llama una prohibición, por el grupo de wasshap que tienen en el vecindario, y "desde entonces no la catamos",
El empleado municipal pasa todos los días por las casas de los vecinos de mayor edad o con dificultades de movilidad para llevarles el agua que necesiten, y se ha procedido a la limpieza de los depósitos, por si las tormentas han podido alterar los niveles. El agua se sigue utilizando para la higiene personal o el lavado de la ropa.
