sábado. 27.04.2024
Pese a las elevadas temperaturas que hemos sufrido este verano (y que aún se siguen  notando), la uva ha podido crecer más que otros años gracias a las lluvias que regaron los viñedos a lo largo del mes de septiembre. El hecho de que las uvas tengan un mayor tamaño significa un aumento en el número de litros y, por tanto, de kilos recogidos. Sin embargo, si hay algo que ha preocupado a los viticultores es la proliferación de la botrytis, un hongo que nace en las frutas, especialmente las uvas, con el calor y  que puede llegar a pudrir un número importante de racimos.

Para evitar este problema algunas bodegas, como 'Dominio de Calogía' de la localidad de Roa (Ribera de Duero) tomaron precauciones y pasadas las lluvias cortaron las hojas de los racimos para que "las uvas quedasen bien aireadas". Otras bodegas lo que están haciendo es recolectar rápidamente toda la uva para poder pisarla y así evitar que las altas temperaturas inusuales para esta primera quincena de octubre puedan empeorar las uvas ya recolectadas, que de momento "no tienen nada que envidiar a las de otros años", aunque sí se espera que sea una añada mejor para los vinos tintos que para los blancos.

Aunque cada denominación de origen (y cada bodega) tiene sus peculiaridades, se prevé que para el fin de semana del 15 de octubre se haya terminado de recolectar toda la uva. Precisamente ese domingo 15 de octubre, la DO Arlanza celebrará su Fiesta de la vendimia, que este año se trasladará hasta la localidad palentina de Quintana del Puente.

Desde la comarca pinariega, colindante con estas tres potentes denominaciones de origen vinícolas (Ribera del Duero, Arlanza y Rioja), sólo nos queda esperar y valorar durante los próximos meses los vinos (y mostos) que deje esta añada una vez haya fermentado la uva que se está acabando de recolectar en estos primeros días del mes de octubre.

Las altas temperaturas del verano marcan la culminación de la vendimia de este 2023