
Existe algo que une y, al mismo tiempo, separa todas las fiestas patronales. Todas ellas celebran su pueblo y sus gentes, pero en el caso de las localidades más pequeñas estas festividades también suponen una fecha obligada de recuerdo para todos los allegados que año tras año vuelven hasta donde crecieron o nacieron con la intención de recordar su juventud y seguir haciendo perdurar las tradiciones.
Sucede esto fielmente en Montenegro de Cameros, donde pese a ser pocos -45 según el censo- se mantienen fieles a Santa Isabel y a esa fecha central del 2 de julio que cada año llena de júbilo las calles del pueblo, especialmente durante la extensa procesión que transcurre bendiciendo cada una de las casa de esta bella localidad de la Sierra de Urbión y Cebollera.
Tras el repique de campanas, esta procesión del miércoles 2 de julio parte a las 12:30 de la iglesia acompañada de la comitiva en la que se pueden ver jóvenes ataviadas con el tradicional traje de piñorra. Antes de la misa, los gaiteros volverán a entonar la jota de Santa Isabel que fue recuperada el pasado año tras casi un siglo sin sonar.
Pero además, en estas tradicionales fiestas de 4 jornadas también destaca otro momento clave: la caldereta de fin de fiestas que se celebrará en al tarde del viernes 4 de julio. Según su alcalde, Toño Elías, es el más "armonioso". Allí, de nuevo se reúnen cientos de vecinos en una caldereta que cuenta con ingredientes de todo tipo.
Sin embargo, en estas fiestas de Santa Isabel también se pueden cuatro días bailes de tardes y verbenas -de martes a viernes- a cargo de 'Tremendo Show' así como de otras actividades, muchas de ellas gastronómicas, como la macarronada que abre las fiestas el martes, el concurso de tortillas del miércoles o la chocolatada del miércoles. Además, no faltará el a las 18:30 el partido profesional de pelota mano.